Cuántas veces has escuchado declaraciones como:
«Es que tiene las mismas manías de su padre», «tiene el mismo comportamiento de la madre».
Es probable que lo hayas escuchado dentro de la familia, se refieren precisamente a los malos hábitos que muchas veces se heredan.
Hoy compartiremos contigo algunas pautas para poder eliminar precisamente esos malos hábitos de nuestra vida.
1.- Decide cambiar. Un mal hábito no se puede terminar si no has tomado la decisión más importante, si tomas la decisión estarás dando un paso muy importante.
2.- Identifica los detalles de ese mal hábito. Acepta que tienes un mal hábito y que deseas eliminarlo, pregúntate qué lo provoca, en qué circunstancias, con qué compañías ocurre, etc. Es importante saber cuáles son los desencadenantes ambientales que los provocan.
3.- Diseña estrategias. Sabiendo toda la información que necesitas del punto dos, sabrás cuáles son los momentos en que eres más propenso, a partir de ahora puedes diseñar planes que te ayuden a eliminar ese mal hábito. Cuando te encuentres haciendo ese mal hábito ponte un alto.
4.- Reemplázalo. Cambia tu mal hábito por un buen hábito, utiliza una actividad alternativa que sea incompatible con ese mal hábito, es un paso importante para erradicar la mala costumbre. Piensa que necesitas hacer algo que te ayudará a erradicar esa mala costumbre, desarrolla habilidades que te ayuden a enfrentarte a las situaciones que provocan el mal hábito.
5.- Perseverancia. Es probable que tengas algunos fracasos, pero necesitas volverte a levantar cada vez que caes e intentarlo siempre, sé constante y controla todos los pasos para debilitar el hábito. En algún momento te costará mucho trabajo, por eso necesitas establecer recompensas, prémiate cada vez que alcances un logro.
APLICACIÓN:
Recordemos finalmente las palabras del apóstol Pablo cuando dijo: Colosenses 3:5-5
Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.