Si alguna vez has sentido que algo te quita las ganas de seguir adelante con tu vida o que las horas no te rinden para realizar todas tus actividades, probablemente existan situaciones que te impiden hacer todo lo que quieres y debes.
Pon atención a algunas de ellas y como solucionarlas.
1.- Personas negativas: Si tienes amigos, vecinos o conocidos que todo el tiempo se quejan de la vida, que no encuentran nada bueno en ella y que no paran de auto lamentarse, es mejor que te alejes de ellos, de lo contrario, sin que te des cuenta, pueden contagiarte esos sentimientos y empezarás a ver la vida como ellos.
2.- Retrasarte en el pago de tus cuentas: Aunque no pagues, esa sensación de saber que debes algo o que te deben, no dejará de rondarte y por ende, no te sentirás en paz. Es mejor organizarse y poner en orden cada una de tus cuentas, así como hablar con quién te debe dinero.
3.- Cumple tus promesas: No dejes que tu palabra pierda valor, si prometiste ir a comer con tus padres, haz todo lo posible por cumplirlo. Cuando no puedas hacerlo, porque sabemos que hay muchas cosas que a veces no ayudan a cumplir los planes, intenta recompensarlo con alguna otra cosa.
4.- Descansa cuando lo necesites: Porque no eres un robot, en algún punto de tus actividades es lógico que necesites un descanso. Solamente procura que sea de unos 15 a 25 minutos, no de 2 horas.
5.- Da prioridad a tu salud: Ni tu trabajo ni la escuela deben ser factores para que dejes de comer debidamente o no puedes hacer ejercicio ningún día de la semana. Sabemos que si te organizas, lograrás encontrar tiempo para todo.
6.- Acepta y perdona: No creerás la cantidad de personas que aún siguen resentidas con sus compañeros de primaria o peor aún, de kinder. No es sano aferrarte a cosas que ya pasaron, el resentimiento sólo te afecta a ti.
CONCLUSIONES:
Proverbios 17:22: “El corazón alegre es una buena medicina”. Según la Biblia, nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, y tenemos la obligación de tener un cuidado especial de ellos (1 Cor. 6:19).
Deberíamos tener un descanso y alimentación adecuados, y hacer todo lo posible para proporcionarle a nuestro cuerpo el bienestar necesario.
Hay una clara relación entre la satisfacción emocional y buena salud física. Una perspectiva feliz y alegre de la vida, tienen un valor terapéutico. No obstante la verdadera felicidad y alegría son el resultado de una relación correcta con Dios y con nuestros semejantes.