Compartimos contigo una consulta que nos hace Carolina desde Ecuador y que dice así:

Soy soltera, tengo 32 años, y también un trabajo estable. Mi problema principal es que no soy muy sociable, y cuando se trata de salir o entablar amistad con chicos soy muy tímida, ¿Qué consejo me darían por favor?

Si ese también es tu problema pon atención a los siguiente. Compartimos contigo algunos pasos que debes dar para olvidarte de la timidez de una vez por todas.

1 Situaciones.

El primer paso es analizar las situaciones que disparan tu timidez, qué actividades o eventos son los que te ponen más nerviosa o acrecientan tu ansiedad. Puede ser al hablar en público, en una reunión de trabajo, una comida familiar o una noche de fiesta con tus amigos.

2 Creencias.

Con todos los ámbitos de tu vida analizados y una vez que hayas encontrado los momentos cruciales de timidez, lo lógico sería empezar a practicar algunos ejercicios para vencer la timidez. Sin embargo, aún no es el momento. Primero tienes que eliminar los prejuicios y las falsas creencias que tienes sobre ti misma. El pensamiento positivo hará que empieces a ver las cosas de otra manera, al menos en la teoría.

3 Autoestima.

Una de las peores consecuencias de la timidez es que acaba con tu autoestima. Por eso hay que dedicarse al 100 % a mejorar la autoestima, reafirmarte en tu valor y empezar a confiar en ti misma. No eres menos que nadie, así que no dejes que la timidez te acompleje.

4 Práctica.

Con la mente lista y siendo consciente de lo que vales, de tus éxitos y de tus virtudes, es la hora de ponerse a practicar para dejar de ser tan tímida. Los ejercicios para la timidez incluyen la práctica de conversaciones cortas con desconocidos en la parada del metro, los discursos frente a un público amigo o las muecas ridículas frente al espejo.

5 Reafirmación.

No vas a poder olvidarte de la timidez de un día para otro. Habrá situaciones que te sigan produciendo miedo y estrés, pero la persistencia en los ejercicios harán que la carga de timidez se aligere poco a poco. Lo importante es que no evites por sistema situaciones sociales delicadas, sino que te enfrentes a ellas poco a poco.

CONCLUSIONES:

Dijo el apóstol Juan en una oportunidad: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas” (Apocalipsis 21:5). Una de las maravillas que Dios hace en nosotros es que todas las cosas son nuevas en nuestra vida. Si deseamos cambiar en algo El lo hará, solamente pídelo, inténtalo y pon mucha fe.