Eres una mujer detallista? Quizás no pones mucha atención a los detalles? Hoy compartiremos contigo una historia que nos dejara grandes enseñanzas al respecto:

El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:  ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?  Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones, familia, matrimonio, noviazgo o amistad, se basan en detalles.
Una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son
insignificantes.

En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

CONCLUSIONES

Recordemos finalmente las palabras del apóstol Santiago cuando dijo: Quien es sabio y entendido entre uds? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Santiago 3:13 

Aprendamos a fortalecer las relaciones con nuestros detalles. Hagamos mucho más allá de lo que ya hemos estado acostumbradas a hacer por nuestros hijos, cónyuges, amigos y compañeros de trabajo. Seamos detallistas a través de nuestro servicio o a través de actividades donde podamos demostrar nuestra fe en acción.