El psicólogo y riso terapeuta José Elías, autor de la ‘Guía práctica de Riso terapia’, propone algunas ‘armas secretas’ para aprender a reírnos de nosotras mismos. Las compartiremos contigo a continuación:
- Protagoniza un dibujo animado.El autor de esta guía práctica psicólogo propone sacar de contexto la crítica interna repitiendo el pensamiento negativo, la situación que nos entristece o el mensaje nocivo que nos decimos a nosotros mismos de forma graciosa con la voz de un personaje de dibujos animados, como por ejemplo el Pato Donald, el Ratón Mickey Mouse u otro que nos resulte simpático y familiar.
- Ríase de usted y de los demás.“Fíjese en las cosas graciosas y ridículas que hace la gente. En un atasco de tráfico observe cómo los conductores se meten los dedos en la nariz, tocan el claxon enloquecidos, gesticulan de manera extraña, hablan a los gritos al teléfono móvil”, dice Elías. “También puede observarse a sí mismo en esa situación: si nos disociamos y nos vemos desde fuera podemos llegar a reírnos de situaciones que antes nos agobiaban”, apunta.
- Obsérvese sonreír.El sentido del humor tiene algo de irracional, según Elías, que propone hacer esta prueba: “Mírese al espejo y sonría de forma deliberada y persistente. Acabará poniéndose contento, la risa no tardará en llegar y comprobará que le cuesta menos dar la vuelta a la realidad con una sonrisa”.
- Hable sin pronunciar las vocales.
“Para perder el sentido del ridículo ante usted mismo y auto provocarse la risa en cualquier momento que lo desee, repita una frase, por ejemplo su nombre y apellidos, alto y claro, sin las letras vocales, solo pronunciando el sonido de las consonantes, hablando lo más rápidamente posible y sin pensar”, recomienda el autor
CONCLUCIONES:
Recordemos las palabras el sabio Salomón cuando dijo: El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
Una hija de Dios no puede darse el lujo de andar siempre enojada, fruncida, amargada resentida, con rencores, con mal humor, propensa a la ira y al enojo. Como mujeres cristianas debemos proyectar a Jesús dentro de nuestra vida debemos irradiar gozo y estar bien con nosotras y con los demás.