Hola que bueno estar nuevamente juntas.

Compartimos contigo la consulta que nos hace Margaret desde Perú y que dice así: Cuando comenzó el año nuevo me trace varias metas, pero al transcurrir de los meses no he logrado todavía alcanzarlas. ¿Qué puedo hacer?

Si eso también te está pasando a ti, presta atención a los siguientes consejos

1. Establece metas: Estas deben ser personales de acuerdo a tu propio calendario interno. Por ejemplo: perder peso, dejar de fumar, pasar más tiempo con la familia, estar en forma, entre otros tantos deseos que siempre son comunes pedir; estos están en todas partes, ya que estos objetivos incumplidos recurrentes se centran exclusivamente en lo negativo y sólo nos hacen sentir mal. Se convierten en más del impedimento que todos llevamos alrededor.

2. Se específica: Cuanto más específica eres en alcance y duración, mayor será la probabilidad de tener éxito. Las metas pueden ser demonios, resbaladizos, escurridizos. Estar centrada y pisar tierra firme te ayudará a descubrir lo que realmente quieres. Todos queremos ser felices, pero ¿qué te haría feliz? Evita ser oscura y evidente a factores abstractos, que por lo general son las resoluciones de perdición.

3. Piensa en cada paso: sigue rompiendo tus metas en pasos más pequeños. Es necesario un sentido de a dónde vas y dónde finalmente queremos llegar. Cómo llegar allí es crucial. Mira cada paso y considera lo que tiene que ocurrir antes de que ese paso llegue a ocurrir. Por ejemplo “quiero ahorrar $2 al día” es mucho más viable que “Quiero ahorrar dinero” o “quiero ser mejor para ahorrar dinero.”

4. Calcula tus tácticas: pensando en pequeños pasos, pregúntate “¿Qué tengo que hacer para lograr esto?

APLICACIÓN:

Dijo el apóstol Pablo en una oportunidad. “Me esfuerzo para alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir” Filipenses 3:13-14
Pablo escribió en sus cartas que él no quería desviarse del señor. El creyó que su ejemplo diario era sumamente importante para su vida. Hoy necesitamos asegurarnos que nuestras metas sean dignas. Pablo se esforzó por una corona que duraría para siempre. Cuantas veces nuestras metas han sido tan pequeñas e inferiores a nuestras capacidades y a la confianza en Dios? El éxito de este mundo es tan pequeño cuando lo comparamos a la corona eterna de la honradez.