Hay muchas que necesitan un reencuentro con ellas mismas; tal vez, tantos frentes qué atender -hijos, esposo, trabajo, hogar, etc. Han desplazado la lucha por recuperar su valía personal.

Así que partiendo de esto, exponemos las siguientes reflexiones que ayudarán a lograr la conquista del amor propio y a vivir contentas de ser como son, dejando fuera los miedos y complejos que pueden afectarnos:

1. Todos los días al mirarse al espejo recuerda que eres hermosa, aunque muchas veces tengas que ahogar una voz interior que te dice que no lo eres.

2. Ama profundamente tu identidad única y conoce que lo que haces nunca podrá reproducirse.

3. Tú verdadera belleza saldrá a la luz cuando ames con sinceridad a la mujer en ti y contribuyas con tu vida a la sanación del mundo.

4. Debes confiar en que sí puedes tomar decisiones por ti misma.

5. No le tengas miedo a fracasar o fallar. Recuerda que si nunca fracasas no tendrás la oportunidad de descubrir la fortaleza y el valor que residen en ti.

6. Cuando las cosas no vayan como tú las tenías planeadas, permítete sentirte defraudada pero nunca inferior o ridiculizada.

7. Procura no ponerte a la defensiva cuando seas criticada o se te llame la atención por algo que está mal.

8. No pierdas tu tiempo pensando si eres lo suficientemente buena para esta o aquella tarea. Haz lo mejor que puedas hacer y siéntete satisfecha.

CONCLUSIONES:

Dijo en una ocasión el sabio Salomón: Cantares 4:7 (NBD)
“Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.”

La mujer tiene un valor muy grande. Somos hechura a imagen y semejanza de Dios. Recordemos siempre que tu dignidad y valor no proceden de todo lo material que te rodea, la belleza que tengas, lo popular que seas o lo alto que hayas llegado en tu carrera.

Su fuente es divina, eterna, hinchada de amor, porque eres una obra de la creación. Por lo tanto, nunca olvides trabajar en tu auto concepto, en tu valía personal, sólo así podrás dar lo mejor de tí a tu familia, a tu trabajo y a la sociedad.