Hola recibe un saludo muy afectuoso.
Gloria nos ha escrito para hacernos la siguiente consulta desde Perú: Hola soy mamá de 3 niños, esposa y además oficinista. Muchas veces creo que no me estoy organizando lo suficientemente bien porque casi siempre me estoy atrasando a mi trabajo. Muchas veces quisiera madrugar más pero me vence el cansancio y la cama.
Díganme, ¿qué debo hacer?
Si a ti también te cuesta madrugar y no sabes cómo hacer para levantarte más temprano pon atención a los siguientes consejos:
1. Mantén tu habitación limpia. Si mantienes las cosas en su lugar será más fácil encontrarlas a tiempo.
2. Aprovecha el fin de semana. Si tienes que trabajar todos los días de semana y cocinar, aprovecha el fin de semana y haz algunas comidas que puedas conservar refrigerada. Diez minutos en la noche le ahorrará veinte minutos en la mañana, deja la cafetera lista, tu ropa al lado de la cama, organiza lo que llevarás al trabajo.
3. Tiempo para dormir. Muchas veces luchamos con el cansancio para no ir a la cama, pero cuando el cuerpo nos da señales de sueño lo mejor es hacerle caso y no ponernos a jugar Candy Crush.
4. Levántate, báñate y vístete. No bebas primero el café en pijama, ni revises las redes sociales. Levántate, toma la ducha, vístete y haz la cama.
5. Aplicación. Te recomendamos esta aplicación “Coach me”, tiene un plan de vida saludable para que incluyas en tus días.
6. Toma las cosas con calma. No te desesperes para levantarte mucho más temprano, ve de poco a poco, si antes te despertabas a las 7:00Am, ahora hazlo a las 6:40, se amable con tu mente y cuerpo.
APLICACIÓN:
Dijo en una ocasión el salmista: “Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de Ti entre las naciones”. Sal 57. 8-9.
Lo primero que hacemos en el día es muy importante, cómo organizamos nuestras prioridades indica a qué le estamos dando más importancia. Por eso es necesario que comencemos el día bien temprano dependiendo y confiando en el Señor. Si sales de tu casa sin apoyarte en Dios, sino confiando en ti misma, no estás viviendo por fe. Si sales de tu casa después de buscar la bendición del Señor, Su Palabra, comunión con Él entonces estás viviendo por fe. Estás buscando primeramente el Reino de Dios.