Hola que gusto ser parte de tu día. Compartimos contigo a continuación una consulta que nos hace Sandra y que dice así:
Soy mama primeriza y tengo una niña de seis años. Muchas veces quisiera ser una buena madre pero siento que no lo estoy haciendo muy bien. ¿Qué debo hacer?
Compartimos contigo a continuación algunos consejos que puedes poner en práctica para lograr este fin:
• Demuéstreles su amor. Cada día dígales a sus niños: «Te quiero. Eres especial para mí». Deles muchos abrazos y besos.
• Escuche cuando sus niños hablan. Escuchar a los niños les demuestra que usted piensa que ellos son importantes y que usted está interesado en lo que ellos tienen para decir.
• Haga que sus niños se sientan seguros. Consuélelos cuando están asustados. Demuéstreles que usted ha tomado pasos para protegerlos.
• Proporcione orden en sus vidas. Mantenga un horario regular para comidas, siestas y para la hora de dormir. Si tiene que cambiar el horario, dígales con anterioridad que va a haber cambios.
• Elogie a sus niños. Cuando sus niños aprenden algo nuevo o se comportan bien, dígales que está orgulloso u orgullosa de ellos.
• Critique el comportamiento no el niño. Cuando su niño cometa un error no le diga «fuiste malo». En cambio, explíquele al niño lo que hizo mal. Por ejemplo dígale: «Cruzar la calle corriendo y sin mirar no es seguro». Luego dígale al niño lo que debe hacer en vez de eso: «Primero mira a ambos lados para ver si vienen carros».
• Sea consistente. Sus reglas no tienen que ser iguales a las que otros padres tienen, pero tienen que ser claras y consistentes. Consistentes quiere decir que las reglas son iguales todo el tiempo. Si dos padres están criando a un niño ambos necesitan usar las mismas reglas. Además, asegúrese de que las niñeras y los parientes conocen y siguen las reglas de su familia.
APLICACIÓN:
Dijo en una Ocasión el apóstol Pablo: -«No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.» Gálatas 6:7 Este es el mejor tiempo para sembrar en nuestros hijos palabras y acciones que reflejen nuestro cariño y amor hacia ellos, pero también nuestro amor y obediencia a Dios, de quien recibimos las instrucciones para poder guiar y educarles sabiamente.