Los pequeños necesitan estar con sus padres, comunicarse con ellos y sentirse queridos y éstos cada vez trabajan más horas y llegan a casas cansados.

¿Cómo poder entonces conciliar estas dos situaciones?

Para ello, compartimos los siguientes consejos:

1. Estar presente
La mejor manera de construir una vida familiar armoniosa es estar presente cuando estás en casa. Deja las preocupaciones del día en la puerta y entra en casa con la intención de centrarte en los niños. Cenar juntos todos los días y establecer una rutina para dormir a los niños puede ayudar a reforzar lo mucho que les amas y les cuidas.

2. Haz del tiempo en familia una prioridad
Crea reglas para evitar traer trabajo a casa. Si debes trabajar en casa, hazlo después de que los niños se hayan ido a la cama. Programa una noche en familia, una vez a la semana, para hacer actividades juntos. Intenta compensar de manera positiva los sentimientos negativos que pueden experimentar los niños mientras estás fuera en el trabajo.

3. Crea tiempo de calidad
Cuando los niños son pequeños, las horas entre la vuelta a casa y su momento de dormir, juegan un papel importante. Aprovecha al máximo el tiempo que tienes con los niños, apaga la tecnología y haz que se sientan como si fueran a su única prioridad después del trabajo. Los niños no entienden la diferencia entre la calidad y la cantidad de tiempo cuando son pequeños, así que es importante hacer todo el tiempo que pasan juntos tiempo de calidad. Crea una atmósfera de amor y explica el papel de cada uno en la familia: «para mamá y papá, uno de esos papeles es ganar un sustento para la familia», etc.

4. Ayuda e interésate por sus deberes escolares
Cuando los niños son pequeños, todavía no existe riesgo si no cuentan con la supervisión de un adulto después de la escuela. En cambio, a medida que van creciendo, los niños con dos padres que trabajan pueden sufrir cuando llegue el momento si no tienen la ayuda que necesitan para hacer sus deberes o dirigirlos en el estudio.
Cuando ambos padres trabajan, conviene poner en marcha un plan para ayudar a los hijos en sus deberes con un tutor de la escuela, un profesor particular o un familiar.

APLICACIÓN:

Dijo en una ocasión el apóstol Pablo: “Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito”. 1 Corintios 1:10