Hola que gusto ser parte de tu día. Enamorarse de un animalito a primera vista es una de las cosas más sencillas y fáciles del mundo, sin embargo, tener un compañero de cuatro patas viviendo en casa es una gran decisión que conlleva mucha responsabilidad que en muchos casos dura más de 15 años. Antes de dar este paso tan importante no dudes en hacerte las siguientes preguntas:
#1 ¿Cuánto espacio tienes disponible para la mascota?
El espacio que tengas en tu casa o departamento se verá condicionado por la edad, el temperamento y la raza de tu mascota. Un perro de gran tamaño no tiene las mismas necesidades que uno pequeño. No hay nada más triste que una mascota encerrada.
#2 ¿Eres alérgica a los perros?
Antes de hacerte adquirir ese tipo de responsabilidades asegúrate de que no tengas ningún tipo de sensibilidad respiratoria o cutánea por convivir con ellos.
#3 ¿Cuánto tiempo pasas en casa?
Debes tener en cuenta los viajes que realizas y la frecuencia con que los haces, además de tus horarios de trabajo y el tiempo libre que tienes disponible para atender sus necesidades.
#4 ¿Qué tan activa eres?
Los perros necesitan comida, agua, cariño, compañía y ejercicio. Este último es uno de los más importantes, la actividad física lo mantendrá saludable. Si eres una persona sedentaria tal vez no seas candidata para tener bajo tu cuidado a un perro por lo menos no uno de raza grande, considera uno pequeño
#5 ¿Tienes presupuesto suficiente para darle la vida que se merece?
Tener una mascota es muy parecido a tener un hijo en cuanto a gastos se refiere. Hay animalitos que son alérgicos a cierto tipo de alimentos, que tienden a ser más propensos a enfermedades, necesitan cuidados estéticos específicos, vacunas, ciertos artículos como cama, cepillos, carnazas etc. Todo esto tiene un costo, eso sin mencionar las emergencias médicas.
APLICACIÓN:
Dijo en una ocasión el sabio Salomón: «Con sabiduría se edificará la casa,
Y con prudencia se afirmará;
Y con ciencia se llenarán las cámaras
De todo bien preciado y agradable.» Proverbios 24:3-4
Seamos sabías al momento de edificar nuestra casa y de llenar nuestras recamaras, si no tenemos lugar para una mascota es mejor no adquirirla.