Hola nos unimos a ti, con alegría en el corazón.

Tatiana nos ha escrito desde Quito Ecuador y nos hace la siguiente consulta:

Recientemente perdí a mi querida abuela y la verdad todavía no logro superar su ausencia. ¿Qué puedo hacer?

Si estas pasando por circunstancias similares pon atención a las siguientes recomendaciones:

1. Aunque siempre esté presente el dolor de un fallecimiento, siempre habrá algo o alguien que nos ayude a pasar por ese triste camino de oscuridad.

2. Aunque así lo sientas, nunca estás sola. Recurre a tus amigos, a la familia, a quien tienes cerca de ti… busca el apoyo y el abrazo que necesitas, lo encontrarás.

3. No evites hablar de la muerte y lo que sientes, sería peor. Deja que todo pase por tu mente como una película, una y otra vez… verás que con el tiempo no será tan doloroso el recuerdo.

4. Pensemos que simplemente había llegado su día, que pese al dolor que te causa, tal vez era lo mejor: Muchas veces en nuestro vano intento de retener a nuestra persona amada, sólo le hacemos mal. Tal vez no era lo mejor para ti, pero sí para quien se fue.

5. Miremos la vida como algo prestado, tarde o temprano llegará la muerte, así que hemos de agradecer por cada día que tenemos la oportunidad de volver a ver la luz del día. Igualmente, alegrémonos y agradezcamos cada día que nuestros seres queridos vivieron este regalo que es la vida. Tal vez no fue tanto como hubiésemos deseado, pero tuvieron la dicha de vivir.

6. Todos tendremos que superar la muerte de alguien, eso es seguro. Nadie que viva se salva de tener que despedirse de alguien, la vida es así, tiene un final.

7. Si crees en Dios, aférrate a la promesa bíblica de Dios no te hará pasar por ninguna prueba o tribulación que no seas capaz de superar. Por muy insoportable que sea tu dolor, puedes superarlo.

8. Por mucho que lo odiemos, la muerte es parte de la vida; o como diríamos, el final de toda vida. No es evitable: mientras vivamos, veremos el final de otros, así es la vida.

APLICACIÓN:

Todo tiene un final, así está escrito, y así será. Asumámoslo, aceptémoslo, aunque quisiéramos que no fuese así, es así.Dijo el apóstol Pablo en una ocasión:  Filipenses 1: 21 Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando. 22-23 En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. En caso de seguir con vida, puedo serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual es mil veces mejor. Nuestra vida en la tierra es pasajera, la eternidad siempre será nuestra mejor morada¨.