Hola que placer ser tu compañía una vez mas. Eres de aquellas madres que desearía tener hijos bien criados? Y que nos les hicieran quedar mal en algunos momentos dentro de casa como fuera de ella? Déjame compartir contigo algunos consejos que nos ayudaran a lograr este fin:
1. Acostúmbrate a dejar claros los límites: Tienes que poner límites, pero no basta con eso, porque como habrás comprobado fácilmente los rebasan porque tú misma se lo permites. No sólo hay que poner límites, sino dejarlos claros desde el primer momento. Menciónalos siempre, que siempre conozcan los límites.
2. Si pones límites, tienes que imponerlos: Un límite no es una sugerencia, es una regla que no se debe traspasar. Si les has dicho que no pueden hacer algo y luego cambias de opinión, les estás enseñando que los límites no son fijos, que los podrán mover cuando quieran, que no hay porqué respetarlos. Una vez que has puesto un límite, no te retractes.
3. No te dejes convencer por sus súplicas y lloriqueos: Muy relacionado con lo anterior, si les permites convencerte les estarás enseñando que los berrinches, lloriqueos y ruegos son de gran utilidad, y que deberán utilizarlos contigo siempre que quieran algo. Los berrinches, lloriqueos, ruegos y súplicas no deben servirles para nada. No lo permitas o estarás perdida.
4. No te disculpes por no concederles sus caprichos: Es bueno disculparse y pedir perdón cuando la situación lo a merita, como por ejemplo, cuando has perdido las casillas y les has gritado, o cuando sin querer les has roto un juguete. Pero no es bueno pedir perdón por las cosas que sobrepasan los límites que tienen, o los límites que tú misma tienes (por ejemplo cosas que no te puedes permitir comprarles).
5. Las reglas de la casa no son debatibles: Las reglas son las reglas, y se deben de cumplir, los entiendan o no. Eso es algo que los hijos han de comprender, pero primeramente tú misma. Eres la autoridad, no pones las reglas por capricho sino porque son tu forma de criarles, educarles y protegerles.
6. Enseña a tus hijos el valor de la paciencia: Hoy día ya no es tan natural tener que esperar: Hay que hacer que los hijos tengan que esperar de vez en cuando, incluso para cosas que les podríamos conceder ya mismo.
APLICACIÓN:
Dice la palabra de Dios: “Oro Manoa al Señor y le dijo: Ah Seor mío yo te ruego que nos ensenes lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer”. Jueces 13:8. Esa debe ser también nuestra súplica y oración diaria.