Hola que placer estar contigo un día más.
Eres de aquellas mujeres que se la pasa pensando frecuentemente sobre si podría desarrollar un cáncer de mama. Hoy queremos compartir contigo algunas falsedades sobre el cáncer de mama que nos ayudaran a entender mejor el tema y a como prevenirlo.
1. Los desodorantes provocan cáncer. Falso. No hay ningún estudio que así lo demuestre. Este mito se debe a que algún estudio de tejidos encontró una sustancia química en los tumores que también hay en los desodorantes pero es mera coincidencia y carece de todo rigor científico.
2. Si no hay cáncer de pecho en mi familia yo no puedo tenerlo. Falso. Cualquiera que tenga pechos (hombre o mujer) puede llegar a tener cáncer de pecho. El riesgo es mayor en las mujeres, y cuanto mayores seamos mayor será el riesgo. Si algún familiar ha tenido cáncer de pecho, entonces el riesgo es aún mayor. Pero todos, con historial familiar o no, podemos llegar a tener cáncer de mama.
3. Tener cáncer de pecho es tener una sentencia de muerte. Falso. Hace tiempo era diferente, pero hoy día el cáncer se puede detectar y tratar en su fase temprana, antes de que se extienda. Hoy por hoy el 80% de las mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama y que no han tenido una metástasis (expansión del cáncer) sobreviven al menos 5 años más que su diagnóstico, y muchas aún más que eso. Lo importante es detectar el cáncer a tiempo, en sus inicios, así no tendrás nada que temer en este sentido.
4. Sólo las viejas están en peligro de tener cáncer mamario. Falso. El riesgo es mayor con la edad, pero las jóvenes menores de 39 años también pueden llegar a tener cáncer, aunque sea algo inusual. Entre las edades 40 a 59 años el riesgo se incrementa en un 4%, Vive sanamente y reducirás tu riesgo.
APLICACIÓN:
Dijo el apóstol Pablo en una oportunidad: 2 Corintios 4:16-18“Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.