A veces los hombres de la casa no parecen llevarse bien; tal vez siendo demasiado competitivos y críticos el uno con el otro. Es bueno que los hijos varones se lleven bien con sus padres, ¿pero cómo puedes ayudarles a que se lleven mejor?

COMPARTIMOS CONTIGO A CONTINUACIÓN algunos  consejos para ayudarte a fortalecer la relación de tu hijo con su papá

1. Date cuenta de que tu hijo será influenciado por su padre: Para bien o para mal, lo que nuestros hijos aprenden acerca de lo que supone ser hombre, lo aprenden de sus padres. Independientemente de que esté muy implicado o no con su hijo, será una referencia primordial en la vida del hijo. Viendo su relación contigo, aprenderá acerca del respeto a la mujer, cómo interactúan las parejas, y el modo en que resuelven los problemas.

2. Anímales a encontrar intereses en común: Es bueno y sano que tengan intereses juntos, pueden ser cosas como el deporte, un equipo de fútbol al que les guste ver juntos y del que puedan pasar tiempo hablando. O mejor aún, aficiones en común que puedes ayudarles a sacar adelante. Tal vez salir de camping, construir maquetas de coche, tocar música, etc.

3. No te asustes si juegan duro: A veces los hombres juegan duro, son así, un poco brutos; pero está en su naturaleza. Siempre y cuando no provoque lesiones, no temas demasiado; tu pareja, su padre, sabrá los límites y tampoco quiere lastimar. Sólo que los varones parecen necesitar ciertos juegos físicos que requieren de fuerza, competitividad y sufrimiento; es así como aprenden a controlarse, a conocer sus límites y descubrir que no tienen que tener miedo.

4. Involucrarte en actividades conjuntas: No tienes por qué estar excluida de las actividades que a ellos les guste realizar. De hecho, hay actividades que igual hasta agradecen que te animes a probar con ellos. Es más divertido jugar a la pelota con tres que con dos. ¿Les gusta salir de caminata y acampada? Seguramente se animarán más a hacerlo si tú planeas hacerlo con ellos.

APLICACIÓN:

Dijo el apóstol Pablo en una oportunidad: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros” (Filipenses 4:8-9).