Hola que gusto volver a reencontrarnos. Alicia nos escribe desde Santo Domingo Ecuador y nos hace la siguiente consulta: Soy una mujer profesional que muchas veces me veo en la necesidad de llevar trabajo a mi casa pero a veces siento que esto está afectando a mi familia que me aconsejan? Si ese también es tu caso pon atención a las siguientes razones por las que no debes llevar trabajo a casa:
#5 Provoca mucho estrés
Trabajar de 9 a 6 ya es bastante agotador; por lo que no es necesario dar más de ti al llevar trabajo a casa. La casa es donde se supone que debes relajarte y descansar después de un largo día de trabajo. Llevar pendientes hace que tu casa sea un lugar igualmente estresante, y eso no es bueno para tu salud y bienestar.
#4 Invade tu espacio personal
Como decíamos arriba, tu hogar es donde puedes llegar a pasar un momento agradable y hacer las cosas que te gustan. Es donde puedes realizar tus hobbies y ser feliz. No arruines tu templo al llevar trabajo a casa. En lugar de eso, encuentra una manera de completar todo tu trabajo en la oficina.
#3 Te consume
Si piensas que trabajar en casa aumentará tus perspectivas de carrera, te equivocas. Llevar trabajo a casa podría hacer que sientas que estás trabajando muy duro, pero solo está consumiendo tus energías, lo cual provocará que estés cansada todo el tiempo.
#2 Afecta gravemente tu salud
La ciencia ha mostrado que las horas extras de trabajo con regularidad pueden afectarte fisiológicamente y, por lo tanto, interferir con tu rendimiento general. Puedes volverte irritable y ansiosa si te sobrecargas de trabajo. Esto puede dar lugar a problemas de salud graves como la hipertensión, que pueden aumentar la posibilidad de, por ejemplo, un accidente cerebrovascular.
#1 Arruina tus relaciones personales
Resolver los problemas de trabajo en casa, sólo creará más problemas en tu vida personal. En tu tiempo libre relájate y sal con tus amigos y familiares. Si no lo haces, comenzarás a alejarte de ellos y a sentirte sola.
APLICACIÓN:
«Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.» Proverbios 3:5