Hola que gusto estar contigo otra vez! Te has preguntado mas de una vez si estas criando hijos seguros de si mismos? El pedagogo José María Lahoz García dice: “la seguridad en uno mismo es fruto del convencimiento de que se tiene la capacidad suficiente para manejar algunas situaciones con éxito y que se puede ofrecer algo valioso a los demás. Esta seguridad es consecuencia de lo que comúnmente llamamos autoestima”.
Hoy queremos compartir contigo algunas señales de un niño inseguro en relación a los que si son seguros de si mismos:
– Muestra temor excesivo a errores y fracasos.
– Tiene poca motivación para jugar o convivir.
– Carece de entusiasmo y presta poca atención a las clases.
– Es muy sensible a las críticas u observaciones.
– Invierte varias horas al estudio, pero su desempeño escolar es deficiente.
– Puede ser muy tímido en el aula o, por el contrario, ruidoso y conflictivo.
– Evita cualquier reto a sus hábitos.
– Se siente frustrado en la escuela.
– Tiende a descalificarse y a decir que no tiene habilidad para ciertas cosas.
A diferencia del niño seguro:
– Es muy curioso.
– Le gustan los desafíos.
– Tiene muchas ganas y facilidad para aprender de sus diferentes materias escolares o actividades.
– Los fracasos y errores representan oportunidades para aprender.
– Conoce sus puntos “fuertes” y “débiles”.
– Acude con gusto a clases.
– Admite críticas.
– Es muy sociable con sus compañeros.
Educar hijos seguros requiere que los padres también sean seguros. Recordemos que los padres educamos con el ejemplo. Si los hijos nos perciben seguros de nosotros mismos, ellos reflejarán esa firmeza en su conducta.
APLICACIÓN:
Dijo el salmista David en una ocasión: Salmo 139: Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 139:14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras..
Los niños y su autoestima son más importantes que cualquier objeto que pudieran romper o destruir. El cristal de la ventana que rompió una pelota de béisbol, la lámpara que derribó un niño descuidado o el plato que cayó en la cocina ya están rotos. Las flores ya murieron. Hoy debo recordar no aumentar la destrucción quebrantando el espíritu del niño y reprimiendo su energía y vigor.. porque los niños son bendiciones del Señor.