Hola que gusto acompañarte. Algunas personas cometen el error de pensar que todo lo que es gracioso para ellos también lo es para los demás. Si esto es un error entre adultos, lo es aún más cuando se interactúa con niños. En este caso, las “bromas” pueden ser mucho más dañinas y dejar huellas en la psiquis del pequeño para siempre.
Te compartimos algunos ejemplos de las bromas más pesadas que se les hace a los niños, y que no deberíamos hacerlas:
1. No somos tus padres
Esta broma tiene varias versiones, incluyendo “no somos tus padres biológicos, eres adoptado”, “eres hijo de la compañera de cuarto de tu mamá en el hospital materno donde naciste,” o la más cruel “te recogimos en un basurero.”En serio, esta broma es de muy mal gusto. El mundo del pequeño se derrumba en pedazos al enterarse que sus padres no son sus padres. ¿Te gustarían que te dijeran que no eres quién eres?
2. ¿A dónde ibas que ya no vas?
La familia está de visita en casa de amigos. A la hora de irse, el anfitrión agarra al niño y le dice a los padres, “¿Entonces él se queda aquí con nosotros?” La broma se torna aún más pesada cuando uno de los padres responde, “Si, lo venimos a buscar el mes que viene.” Para el niño esto es como si estuviera a punto de comenzar el mes más largo de tu vida.
3. Lo incorrecto da risa
Por alguna razón, algunas personas encuentran gracioso cuando un niño que está aprendiendo a hablar pronuncia mal una palabra. Lo peor es que le piden al menor que la repita una y otra vez, incluso frente a los demás, simplemente para su entretenimiento personal. No solo están atentando contra el aprendizaje del habla, también le están enseñando que está bien hacerlo mal.
4. El hombre del saco
Esta es una broma/costumbre/método/terrorismo. «Si no comes, vendrá el hombre del saco a llevarte». «Si no te duermes ya, vendrá el hombre del saco por ti». «Si te portas mal»… ya sabes. No en vano me aterrorizaba cada vez que veía un saco. ¡No es para menos!

APLICACIÓN:

«Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.» Salmos 128:3
Esforcémonos cada día en cumplir nuestras responsabilidades como padres, cuidemos de ellos adecuadamente, no olvidemos que ellos serán nuestro reflejo el dia de manana