Eres de aquellas mujeres que desearía tener menos discusiones con tu pareja por causa de tu familia política? A veces, este tema  política es causa de peleas, malos entendidos y disgustos; pero con algunos algunos consejos que compartiremos contigo esa familia podría llegar a ser para nosotras, un lugar de amor, fuerza, apoyo y felicidad.

Cómo evitar que la familia política no sea motivo de discusión en pareja:

  1.  Necesitas aceptar que tu marido no puede (ni debe) desentenderse de su familia. Ellos son parte de él, y separarle de ellos sería robarle un pedazo grande de su corazón.
  2. Dicho esto, es importante establecer límites. Vuestros asuntos son privados. No dejéis que nadie “entre en vuestra casa” sin vuestro consentimiento.
  3. Mantenéos siempre en el mismo equipo. Vuestra relación debe estar por encima de cualquier otra relación familiar. No podéis permitir que os separen en bandos diferentes.
  4. Que tus expectativas sean realistas. Quizás esperas que te reciban con los brazos abiertos y que te acepten al instante, pero hay familias muy cerradas a las que les cuesta abrirse a extraños. Ten paciencia y demuestra que mereces su confianza.
  5. Acepta las diferencias con humor. Muchas veces exageramos las situaciones simplemente porque no las entendemos. Si sus costumbres son diferentes, acéptalas con respeto, aunque no te gusten (siempre y cuando no sean costumbres denigrantes o dañinas).
  6. Olvídate de cómo se hacen las cosas en “tu familia”… cada familia actúa de manera diferente, y te va a resultar imposible cambiarlo. Asume que para ellos las cosas se hacen de otra manera. Una vez se te haya pasado “el susto”, comprobarás que no es para tanto.
  7. No critiques a su familia. Si lo haces, él se pondrá a la defensiva, porque los ama. Solamente podrás hacer críticas cuando tu marido sepa que, sin duda, tú también los amas con locura.
  8. Mantén una actitud abierta. Hay muchas cosas que aún no sabes y que debes aprender. Tu familia puede ser fuerte en un área de la vida, y la familia de tu marido puede ser fuerte en otro área.
  9.  Perdona sus ofensas. Habrá veces que te ofendan, a propósito o no. El perdón es liberador.
  10. Si la relación está resentida, quizás tú debas dar el primer paso: una sonrisa, un agradecimiento, una invitación a comer, una llamada por teléfono, un pequeño detalle…

Dijo una vez el apóstol Pablo:

Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo.

Nuestros pensamientos pueden ser fácilmente perturbados, pero la herencia de Dios para nosotros es la paz, Isaías 53:5 dice: “El castigo de nuestra paz fue sobre él”. En Cristo la paz nos gobernará, solo Dios tiene el poder de mantenernos en paz la mayor parte del tiempo. Hablar con Dios, y confiar en él, antes que en cualquier otra cosa, es la principal fuente de paz, porque de forma sobrenatural él protegerá nuestro corazón y nuestra mente.