Hola mi amiga!  Hoy  queremos compartir contigo una consulta que nos hace Sandra y que dice asi: Tengo una hija de 4 anios, estoy teniendo dificultades con ella con respecto a la disciplina y la obediencia. Se ha tornado rebelde: no obedece, nos pega y nos contesta de forma altanera a pesar de su corta edad.

Si a ti también te esta pasando algo parecido pon atención a las siguientes sugerencias:

… La mayoría de nosotros llegamos a ser padres sin tener idea alguna de lo difícil que es, y por lo general no se nos ha enseñado cómo serlo. El ser padres es una de las tantas funciones que desempeñamos en la vida diaria, y es normalmente algo que hacemos mientras tratamos de ganarnos la vida, hacer una carrera y realizar nuestros sueños. A nuestros hijos, desde el momento en que nacen, les toca abordar el autobús que es nuestra vida, y presuponemos que ellos se conformarán con el asiento que les tenemos reservado y que cooperarán con nuestros planes.

»Pero el niño nace con su propia voluntad, y a menudo esa voluntad es terca. Algunos niños manifiestan, aun antes de aprender a hablar, que no están conformes con hacer las cosas como queremos nosotros. Quieren hacer las cosas como les place, ¡y dan por sentado que el autobús es el de la vida de ellos y que somos nosotros quienes debemos abordarlo!

»Así se crea el marco para esa lucha que se libra a diario. Nosotros los padres estamos cansados debido a las otras responsabilidades que tenemos, y muchas veces no sentimos ningún deseo de librar una batalla. En cambio, ¡el niño ha ahorrado todas sus energías y está preparado para ganar, cueste lo que cueste! Al principio los incidentes no tienen mayor importancia; pero tan pronto como el niño descubre que puede resistir más que sus padres, comienza a ejercer el dominio que ha adquirido en la relación, exigiendo cada vez más, y ganando con mucha frecuencia. Los padres no se dan cuenta de que han perdido el control absoluto sino cuando ya es demasiado tarde.

»¿Cómo, entonces, pueden los padres recobrar el dominio? ¡No es fácil! Requiere tiempo, dedicación, persistencia y coherencia. Hay que formular reglas sensatas y vincularlas a consecuencias sensatas.

»Posteriormente, cuando el niño haya desobedecido una regla, la consecuencia tiene que cumplirse. Debe ser de inmediato, cada vez, sin falta, vez tras vez, sin que importe lo difícil que sea, ni dónde ni cuándo tenga que llevarse a cabo. Los padres tienen que darle prioridad, dedicarle tiempo, desvelarse si es necesario, y nunca jamás darse por vencidos….¡Prepárense para la batalla!

APLICACIÓN:

Dijo el sabio Salomon: “No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo…” (Proverbios 13:24 NVI)