Hola que tal, recibe un saludo afectuoso.
Todas sabemos que el divorcio es una situación difícil para los niños, pero por desgracia, no todas los madres se esfuerzan por ayudar a sus hijos a lidiar con la situación de manera saludable.
Es por eso que compartimos contigo a continuación los 4 errores que las madres divorciadas deben evitar en la crianza de sus hijos:
1. Hablar mal del padre
Cuando hablas mal del padre, degradas su carácter y lo insultas delante de tus hijos, estás creando una pesadilla emocional para ellos. El problema es que, independientemente de cómo haya sido él como esposo, ellos necesitan amar y ser amados por su padre.
2. Descargar tu resentimiento
Si estás pasando por un divorcio desagradable, es probable que sientas grandes dosis de ira, malestar y resentimiento. El problema es cuando canalizas esos sentimientos negativos en tus hijos, especialmente cuando veas que exhiben actitudes similares a las de su padre. Esas características que te molestaron en tu pareja no tienen por qué afectarle en tu hijo; recuerda que es tu hijo, no tu ex.
3. Usar a los niños para manipular a tu ex
Muchas madres que quieren vengarse de sus ex parejas, utilizan a los niños como herramienta de manipulación. Pero la manipulación puede tomar muchas formas: regalos en exceso para tratar de ganarse su cariño o negarle al padre ver a los niños hasta que haga lo que sea que tú quieres que haga. Aquí lo más importante es dejar a los niños fuera de la pelea y tratar los asuntos directamente con el padre.
4. Arruinar eventos especiales
Los niños necesitan tener recuerdos agradables de los eventos especiales de su niñez con ambos padres, a pesar de que estén divorciados. Así que, por más que prefieras no ver a tu ex en una fiesta escolar o en el cumpleaños de los niños, tienes que hacer un esfuerzo para que ellos puedan disfrutar de ese día especial sin peleas ni escenas.
APLICACIÓN:
Dijo en una ocasión el profeta Isaías refiriéndose a la bendición de Dios sobre su pueblo: “Porque yo derramare agua sobre el sequedal y ríos sobre la tierra árida, mi espíritu derramare sobre mi generación y mi bendición sobre tus renuevos” Podemos vivir confiadas en que Dios realmente derramara su Espíritu sobre nuestros hijos pero nosotros también debemos hacer nuestra parte, actuando sabiamente en su crianza. Isaías 44:3