No son los años los que nos traen arrugas sino las emociones con las que hemos vivido esos años.
Cada vez que piensas en lo mismo, sientes lo mismo; es neuro químico: en tu biología se refleja la forma en la que has llevado tu vida.
Tu rostro no evidencia el paso del tiempo, sino por el contrario, lo que no ha pasado y no logras soltar. Por eso te compartimos a continuación algunas pautas para conseguir hacer una limpieza emocional:
1 Escoge un pensamiento negativo que se te venga muchas veces a la cabeza. Escríbelo en un papel.
2. Ahora escribe el sentimiento que esa emoción te produce. Ya tienes la pareja explosiva. El pensamiento Negativo más el sentimiento de emoción que te produce. El pensamiento que te limita y el sentimiento nefasto.
3. Ahora observa las decisiones que has tomado bajo la influencia de esa pareja. Del pensamiento y de la emoción. Intenta pensar en tres, ¿te satisfacen? Seguramente la respuesta sea NO.
4. Ahora piensa, ¿cómo podrías cambiar tu forma de pensar, para dejar de lado ese pensamiento negativo?
5. Intenta rediseñar tu forma de pensar. ¿Qué sentimiento te ayudaría a ver las cosas de un modo mejor?
6. Ahora fantasea acerca de las decisiones que podrías tomar si pensaras así, ¿tendría un efecto positivo en ti? Seguramente sí.
Durante el tiempo que desees. Uno, dos o tres días, trabaja sólo con ese pensamiento, y cuando vuelva como siempre, cámbialo por el nuevo pensamiento, hasta que el nuevo deseche completamente al otro y se vuelva rutina. La idea es que quites esa mancha emocional y ahora esa pared interior ya tiene escrita una nueva versión al respecto, que abre posibilidades para tu vida y genera emociones.
CONCLUSIONES:
Colosenses 3:13-15 Nueva Versión Internacional (NVI)
13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
Dejemos a un lado todas esas raíces de amargura y comencemos una nueva vida en cristo. Una vida de libertad en la que cada paso positivo que demos en obediencia y en servicio a los demás se refleje en nuestro rostro.