Todos de alguna manera buscamos la paz y la armonía en nuestra vida diaria con quienes nos rodean.

Ese también es el sentir de Fernanda quien nos ha escrito desde Bogotá Colombia y nos hace la siguiente consulta:

¿Existen algunas cosas específicas que pueda poner en práctica para tener armonía conmigo misma y con los demás?

Por supuesto que sí. Si ese también es tu caso pon atención a las siguientes recomendaciones:

1. Tener armonía interior:

El primer punto a plantearnos es si nosotros vivos en armonía con nosotros mismos, porque será muy errado pensar que si en mi interior hay desequilibrio podré entablar relaciones afectuosas de sosiego con los demás. Quizás éste sea el punto clave: la desarmonía cotidiana no tiene que ver con nadie más que con nosotros mismos.

2. No necesitar aprobación:

Si estamos en paz con nuestro YO, este punto es de acción inmediata, renunciamos a la necesidad de aprobación; sabemos que es grato que nos aplaudan pero si no lo hacen podemos vivir igual de tranquilos. Dejar de estar pendiente de los demás, de pretender que nuestras ideas coincidan con la mirada de la pareja, padres, compañeros de trabajo, aceptar las diferencias sin ofuscarnos; no creer que es válido nuestro pensamiento sólo si es avalo por quienes amamos.

3. Conocernos a nosotras mismas:

Principalmente, aprender a escuchar lo que sentimos. De esta manera, no generaremos acuerdos ni compromisos que luego no querremos cumplir, acuerdos que realmente nunca los deseábamos pero a los que dijimos que sí por temor a que el otro se sienta mal.

4. No todos tienen que opinar igual:

Es importante no tomar las cosas como una agresión cuando lo que el otro dice no me gusta. Hay que dejar de creer que somos el ombligo del mundo, aceptar que cada quién tiene libertad de pensamiento, y si alguien piensa diferente no es para molestarnos ni incordiarnos.

CONCLUSIONES:

Traigamos a nuestra mente las palabras del salmista cuando dijo:
Salmos 34:14-16 Traducción en lenguaje actual (TLA)
14 aléjense del mal y hagan lo bueno, y procuren vivir siempre en paz. 15 Dios siempre cuida a los suyos y escucha sus oraciones, 16 pero a los que hacen lo malo les vuelve la espalda y borra de este mundo su recuerdo.

Muchos de nuestros comportamientos interiores que no han sido resueltos son la principal causa de los problemas nuestro entorno.

Así que debemos renunciar ya a aquellos viejos hábitos que no hablan bien de nosotras ni de nuestra vida. Demos aquellos pasos importantes que todavía no los hemos dado con el propósito de ser de bendición para nuestros seres queridos.