¿Cómo está tu corazón? ¿Cómo te has sentido últimamente en cuanto a tus emociones y sentimientos? Déjame compartir contigo a continuación una reflexión que nos dejara grandes enseñanzas:

En un concurso de corazones donde buscaban el corazón más bello, allí, entre los más bonitos, los más perfectos, allí un poquito apartado de los demás había un corazón de retazos

Cada trocito era de un rojo distinto, también había agujeros vacíos… sin nada. Todo aquel corazón era muy raro, la gente se paraba a mirarlo y no entendían que hacia aquel corazón participando en aquel concurso.

El señor encargado del evento notando el revuelo que se armaba, quiso saber el porqué de aquella situación y se acercó hasta el corazón: Señor corazón:  Que puede ofrecer su corazón que no tengan todos los demás?

Puedo ofrecer lo que soy, lo que tengo… yo era un corazón como ellos, así de grande, así de hermoso, pero caminando por la vida me encontré con otros corazones que me pedían un trocito del mío, a cambio, ellos me daban un trocito del suyo para mí.  De hecho yo creía que todos los corazones eran igual al mío, solo aquí vine a ver que no era así.

Uno de los que escuchaban aquella conversación, pregunto ya sabemos el porqué de sus trocitos distintos, pero y esos agujeros y las costuras porque de todo eso?, el corazón le miro, y una ráfaga de tristeza cruzo por su mirada, los agujeros, dijo, son trocitos de corazón que di amando, deseando que me amaran también, pero no fue así y la costuras son para curar las heridas, cuando alguien te daña te parte el corazón.

Un corazón que se precie de serlo no puede pararse por eso, y así se cura y sigue adelante, dando y recibiendo, o perdiéndolo un poquito, o curándolo, pero sigue siempre latiendo y latiendo…  todos quedaron en silencio, y de todos los corazones que habían allí el latido más suave, el más dulce era el de aquel corazón de retazos.

No sé qué corazón gano el concurso, la verdad es que me da igual, desde aquel día yo voy por la vida buscando corazones de retazos que no teman darme un trocito, y que sean capaces de recoger los míos.

APLICACIÓN: Una bella historia que nos hace también reflexionar sobre las palabras del sabio Salomón cuando dijo:  Proverbios 27:19

“Como el agua refleja el rostro, así el corazón del hombre refleja al hombre”.