Cuando los dos padres trabajan, encontrar tiempo y ganas para dedicar a los hijos en casa después de una jornada laboral agotadora, no es fácil. La educación de los hijos requiere de mucha energía y los padres pueden llegar a sentir que no se alcanzan para todo. Esta situación, puede llegar a ser muy estresante para los padres y tener un impacto negativo en los niños.
Los pequeños necesitan estar con sus padres, comunicarse con ellos y sentirse queridos pero éstos cada vez trabajan más horas y llegan a casas cansados. ¿Cómo poder entonces conciliar estas dos situaciones? Compartimos contigo a continuación algunos consejos que nos ayudarán en este fin:
1. Estar presente: La mejor manera de construir una vida familiar armoniosa es estar presente cuando estás en casa. Deja las preocupaciones del día en la puerta y entra en casa con la intención de centrarte en los niños. Cenar juntos todos los días y establecer una rutina para dormir a los niños puede ayudar a reforzar lo mucho que les amas y les cuidas.
2. Haz del tiempo en familia una prioridad: Crea reglas para evitar traer trabajo a casa. Si debes trabajar en casa, hazlo después de que los niños se hayan ido a la cama. Programa una noche en familia, una vez a la semana, para hacer actividades juntas. Intenta compensar de manera positiva los sentimientos negativos que pueden experimentar los niños mientras estás fuera en el trabajo.
3. Crea tiempo de calidad: Cuando los niños son pequeños, las horas entre la vuelta a casa y su momento de dormir, juegan un papel importante. Aprovecha al máximo el tiempo que tienes con los niños, apaga la tecnología y haz que se sientan como si fueran a su única prioridad después del trabajo.
CONCLUSIONES:
Finalmente recordemos las palabras del salmista cuando dijo:
«Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.» Salmos 90:12
Como padres no podemos dejar solos a nuestros hijos. Debemos preocuparnos siempre por su desarrollo físico, emocional, espiritual, integral. Acompañemos a nuestros hijos en cada etapa de sus vidas. Enseñémosles valores y principios bíblicos. Enseñémosles también que por encima de nuestro amor como padres, tienen un Dios Todopoderoso que se preocupa por ellos.