¿Eres de aquellas madres que ya se han encargado de nadar a sus hijos?
Se ha demostrado que el agua tiene un gran valor terapéutico, tanto preventivo como curativo.
Es por eso que las actividades acuáticas contribuyen de forma significativa al desarrollo del niño y promueven la adaptación a este medio desde edades muy tempranas, lo cual favorece la relación del niño con el agua a lo largo de toda su vida.
Así que vamos a compartir contigo 8 beneficios más de la natación en la vida de los niños:
1. Tiene efectos sobre el organismo en general, así como en lo neuromotor, propioceptivo, emocional y socio-afectivo.
2. Le provee un ambiente diferente donde puede experimentar reacciones, sensaciones y emociones nuevas.
3. Favorece el desarrollo global e integral del niño, en los aspectos psicomotor y biopsicosocial.
4. Mejora la percepción de sí mismo y al facilitar el reconocimiento de su esquema corporal, le permite tener mayor confianza y aumentar las posibilidades de respuesta motriz y sensorial, y expresión corporal.
5. Favorece la autoestima, la socialización y la relación del niño con otros y el medio.
6. Permite que el niño perciba mejor su cuerpo y sus movimientos por lo que puede moverse con mayor eficiencia, organización y habilidad motriz.
7. Aumenta la fuerza muscular, la resistencia y la flexibilidad.
8. Mejora la coordinación y el equilibrio. Todo esto permite un mayor aprendizaje motor y control de movimiento en las actividades funcionales.
CONCLUSIONES:
Dijo en una ocasión el profeta Isaías 48:17
7 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que andas.
Así como la natación provee de muchos beneficios para la salud de nuestros hijos y por supuesto también de quienes somos sus padres, así mismo el amor de Dios nos ensena provechosamente el camino que debemos seguir para tener una familia llena de armonía.