¿Recuerdas el cuento de la Cenicienta?
La princesa que dejo el zapato olvidado a la salida de la fiesta y que luego el príncipe lo uso para encontrarla en todo el reino.
Y bueno al final, ¿Vivieron felices comiendo perdices?
Hoy quiero contarte una nueva versión de esta historia en la los zapatos de cristal hacen daño y las mujeres no necesitan encontrar a alguien con necesariamente deban casarse. Conoce a la nueva Cenicienta, que nos dejara grandes enseñanzas:
“Érase una vez unas mujeres que no estaban solas y unas perdices que volaban libres”. Este es el punto de partida de la versión contemporánea que Myriam Camero Sierra y Nunila López Salamero han hecho del cuento de la Cenicienta.
En este cuento, que ha dado la vuelta al mundo de mail en mail, la Cenicienta es una chica de hoy en día y su historia se ajusta más a la realidad actual. Se queja de que los zapatos de cristal hacen daño en los pies y planta al príncipe cuando se da cuenta de que no la trata como merece.
Un cuento que desmonta todos los cuentos que nos han contado El objetivo es dejar atrás muchos de los estereotipos que las mujeres han heredado de la sociedad.
“Es un cuento que desmonta todos los cuentos que nos han contado. «Y fueron felices y comieron perdices.» Éste es el final convencional que siempre nos han contado.
Pero… ¿fueron felices de verdad?, ¿y si no les gustan las perdices?, ¿será el príncipe tan perfecto como aparenta en el cuento?, y la princesa, ¿encajará bien en su nueva vida?”, son algunas de las preguntas que se encargan de narrar en esta nueva versión las autoras.
CONCLUSIONES:
La vida no es como un cuento de hadas. Recordemos las palabras de Jesús cuando dijo: “En el mundo uds tendrán que sufrir pero sean valientes, yo he venido al mundo”. La vida de la mujer, esposa y madre no es tarea fácil, no es una vida como la de los cuentos de hadas en donde fue felicidad para siempre.
Vendrán momentos en los que muchas veces ya no tendremos ni el ánimo, ni las fuerzas para seguir adelante. Pero déjame decirte que debemos ser valientes. La batalla por nosotras ya la gano Jesús.
No pensemos, actuemos, caminemos en fe hacia mejores días.