Hola que gusto acompañarte un día más. Eres de aquellas mamas que está preocupada por hacer que tus hijos empiecen a ser independientes y puedan dormir solos. Compartimos algunos consejos para que logres este objetivo:

1. ¿Por qué mi hijo duerme conmigo?

Averigua el motivo por el cual tus hijos duermen contigo; quizá tienen temor de la obscuridad, quizá solo quieren sentirse seguros al tenerte inmediatamente al despertar a su lado. Una vez encuentres la razón que provoca a esa necesidad, busca otra manera de solventarla; por ejemplo, acompaña a tu hijo a su cuarto y en la cama lean juntos un cuento en voz alta. Asegúrale que su cuarto es el lugar ideal para él, haz que se sienta cómodo.

2. ¿Facilitar la transición o hacer un cambio radical?

Nadie mejor que tú conoce a tus hijos, así que piensa cuál tipo de cambio les favorece más. Algunos niños se adaptan perfectamente con cambios totalmente radicales, otros necesitan un proceso de transición consistente. Si no quieres ser tan radical, podrías invitar a tus hijos a dormir en tu cuarto pero en camas separadas.
No cedas a los berrinches Ten por seguro que durante los primeros días del cambio serán difíciles y tus niños querrán volver a dormir a tu cama a toda costa.

3. ¿Estás preparada para hacerle frente a los gritos, el llanto, berrinches y para llevar a tu hijo de regreso a su cuarto cuantas veces sea necesario?

Debes estarlo, pues te sentirás culpable y querrás llevarlo a dormir contigo, haciendo de lado tu necesidad de espacio y tiempo para ti. Pero no cedas: sé firme y dulce a la vez, pero no cedas. No dejes que la culpa te atormente, este es un paso que tu hijo debe dar y lo logrará con tu ayuda. Tú te mereces descansar bien, necesitas tu propio espacio y tiempo, y siendo madre debes aprovechar que tus hijos duermen para consentirte. Y ellos también necesitan abrirse camino para ser más independientes.

APLICACIÓN:

Dijo en una ocasión el salmista:
El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme? Salmos 27:1