Hola nos unimos a ti a esta hora con mucho gusto.
Omayra nos ha escrito desde Perú y nos hace la siguiente consulta: Hola quisiera que me aconsejen como relacionarme mejor con mis hijastros. Si ese también es tu caso pon atención a los siguientes consejos:
1. La relación familiar. Para ello es importante formar una relación familiar fuerte, para que las parejas puedan lidiar con los problemas de la disciplina para construir una relación. «Hay maneras de abordar todas las posibles complicaciones, por ejemplo ponerse en su lugar y escucharlos, aportará mucho para ganarse el cariño y respeto de los hijastros», indica la especialista.
2. No forzar las muestras de cariño. Para empezar, debe saber que ellos pueden contar con usted, pero si al principio no lo aceptan, ni dan abrazos ni besos como a su padre o madre, no hay por qué ofenderse. Los niños son más adaptables que los padres, y si se está en este tipo de relación, es en vano pensar que los hijos de la pareja y su ex son «cosa suya». «Si se eligió a esa persona para convivir, es sabiendo que viene con ese paquete», explicó Cáceres. Por el contrario, si sus hijastros se muestran receptivos y solicitan su afecto físico, no los decepcione.
3. Si uno no tiene hijos. Si se tiene hijos y la pareja no, es importante asegurar que el amor por estos es diferente. Que la pareja no sienta que compite con ellos por obtener atención. Eso sí, es importante decirle a los hijos que deben respetar, al igual que a cualquier adulto, y obedecer en caso de que se confíe en su criterio, de lo contrario se verá necesario considerar replantear la relación.
APLICACIÓN:
“No provoquéis a ira a vuestros hijos sino criadlos tiernamente en la disciplina y amonestación del Señor”, o lo que es lo mismo, “edúquenlos y denles enseñanzas cristianas” (Efesios 6:4)
Cuando a uno se le agota la paciencia, es muy fácil ponerse exigente o gruñón con los hijos. Por eso, este consejo: “No debemos pedir de ellos tanto como nos exigimos a nosotros mismos”. Consideremos también que tal como sus cuerpos requieren una nutrición adecuada para crecer fuertes y sanos, sus mentes y corazones también precisan una buena educación. Si nuestros hijos no aprenden principios morales en casa, probablemente adoptarán el criterio de extraños, sean compañeros, maestros o figuras de los medios de comunicación.