1. Mentir y/o esconder cosas de la pareja: Muchas veces se esconde algo de la persona con quien se tiene una relación de noviazgo por amor, por temor a herir, o por temor a perder la confianza… se esconden cosas como por ejemplo, el contraer una deuda o una salida inocente con amigos… Si ocultas algo que podría herir a la otra persona, sería mejor pensar muy bien en las consecuencias y no hacerlo por muy inofensivo que nos parezca.

2. No expresar lo que sentimos: Sea amor, rabia, felicidad o descontento, expresar lo que sentimos por la otra persona no es garantía de nada, ayuda mucho. Por el contrario, mostrarnos ausentes o indiferentes… eso sí puede causar dudas acerca de los sentimientos de la otra parte, llegando incluso a provocar daños muy difíciles de superar.

3. Falta de comunicación: Esto no significa que tengamos que estar hablando todo el rato, sino en saber comunicarnos de forma positiva. Si no decimos lo que queremos, si no nos sabemos explicar, si nos callamos las cosas, y si se nos hace imposible tener una conversación, será normal que acabemos teniendo problemas de pareja. De nada sirve callarse las cosas, si luego acabarás reventando y largándole todas las cosas que te molestan a la vez.

4. Falta de compromiso real: El compromiso ha de ser de hechos, y no sólo de palabra. Hay relaciones en las que no hay compromiso de sinceridad y de llegar a acuerdos; todo se basa en lo que uno quiere y del modo en que lo quiere… sin diálogo, y sin dar la debida importancia a lo que el otro quiere. En cierto modo, cuando esto le ocurre a alguien, sólo demuestra amarse a sí mismo, que no sabe compartir su vida con otra persona.

5. La reincidencia en cosas de poca importancia: Al principio no parece gran cosa, pero cuando siempre cometemos los mismos fallos, cuando hacemos poco por solucionarlo, o cuando no intentamos cambiar y adaptarnos, podemos provocar serios problemas de matrimonio o pareja. Me refiero a cosas tan sencillas y triviales como a quién le toca hacer qué en la casa.

6. Quitarle mérito al otro: Restarle valor a la pareja, es otra manera de dañar la relación, y en especial, su autoestima. No darle el valor que merece un logro de la pareja, es una manera de dar a entender que se es el más grande, poderoso y superior en la relación. Cada cual debe de darle el mérito que el otro merece.

APLICACIÓN:

Dijo el apóstol Pablo en una oportunidad: “Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.” Proverbios 23:26 (Reina-Valera 1960).