Hola te saludamos cordialmente al iniciar el programa. A veces estamos frustradas esperando en un lugar especifico por un milagro. Te ha pasado? Déjame contarte a continuación una historia que nos dejara grandes reflexiones.

Pasan años y años y esperamos un milagro que no llega, pero aun seguimos ahí sin hacer nada, nos puede acompañar la frustración, el dolor, la depresión, la enfermedad, problemas económicos y adicciones y como no tenemos respuestas ni ayuda de nadie ahí seguimos con la esperanza puesta en nada o en Dios pero sin mover un pie. Es el punto donde nos conformamos y acostumbramos a a vivir así.

El evangelio de Juan nos habla sobre un hombre. Había un hombre que hacia 38 anos estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. (S.Juan 5:6-9 RVR1960)

Jesús siempre esta dispuesto hacer milagros. Jesús le pregunto al paralitico ¿Quieres ser Sano? Una pregunta que requería una sola respuesta «si o no.» Jesús no le pregunto porque llevas tanto tiempo enfermo? Jesús no le pregunto porque no había recibido sanidad? Jesús no le pregunto detalles o explicaciones de su enfermedad. Jesús solo pregunto: ¿Quieres ser sano? La repuesta de este hombre debió ser «si, quiero ser sano.» Esa era la razón por la cual el estaba junto al estanque de Betesda, anhelaba ser sano.

Muchas veces Jesús llega a nuestro lecho y nos hace la misma pregunta que le hizo al paralitico, y respondemos de la misma manera que él respondió. Si tan solo respondiéramos: SI QUIERO SER SANO. Nos evitaríamos largo tiempo de enfermedad. Porque Jesús esta siempre dispuesto a sanarnos. Olvidemos los detalles: de como Dios lo hará, a quien Dios usara, quien me ayudara a orar por un milagro. Jesús siempre esta dispuesto a ser milagros, en esta hora yo te hago la misma pregunta que Jesús le hizo al paralitico: ¿QUIERES SER SANO? Si tu respuesta es «SI, QUIERO SER SANO? En el nombre de JESÚS recibe sanidad. ¡Levántate y empiezas a caminar por encima de toda enfermedad, llámese como se llame y declárate SANO. Por la Sangre del Cordero de Dios, quien llevó toda enfermedad al Calvario haciéndonos libre en el nombre de JESUSCRISTO! AMEN.