El sedentarismo laboral es uno de los mayores problemas de nuestra generación, el ingreso de las computadoras nos ha obligado a permanecer sentadas durante largas horas frente al escritorio prácticamente sin movernos por ningún lugar.

Esta costumbre puede ser muy dañina para el organismo y trae terribles consecuencias, no solo para el estado físico, sino también para la autoestima, que se ve degradada cuando comenzamos a ganar peso debido a nuestro estilo de vida.

El ejercicio fuera de la oficina no es la única solución para el sedentarismo, también puedes hacer algún ejercicio de estiramiento ocasionalmente en tu propio lugar. Quítate la vergüenza y piensa más en tu salud que en lo que dirán las demás personas.
Párate al menos una vez por hora de tu asiento, sal al jardín o caminar un momento para respirar aire del exterior, estira los brazos, los hombros y lleva las manos hacia atrás para que puedas desvanecer la flojera y también el sedentarismo.

Lo recomendable es 10 minutos por cada hora de trabajo, para estirar las piernas y reactivar la circulación en las mismas. Es importante mantener una buena postura ante la computadora, con la espalda recta y tratando de no cruzar las piernas.
Si tu trabajo incluye contestar llamadas telefónicas, entonces puedes hacerlo también poniéndote de pie por breves lapsos, así estiras las piernas. En tu casa puedes continuar con los estiramientos musculares, haciendo algo de yoga o pilates, también es importante salir a caminar.

Tal vez 30 minutos diarios no van a contrarrestar por completo los efectos del sedentarismo, pero será peor no hacer absolutamente nada al respecto. Salir a caminar también va a aumentar el ritmo del metabolismo y va a favorecer la digestión. Si quieres practicar un deporte, la natación es el ideal para mantenerte en buen estado físico.

APLICACIÓN:

Dijo en una ocasión el apóstol Pedro : 1 Pedro 5:6-10
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.. 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Una buena forma de liberar tensiones es por supuesto confiando en Dios , dejando toda nuestra ansiedad delante de El.