Hola que placer ser tu compañía. Hace unos años, el mundo pensó que tras el derrocamiento del régimen talibán, las mujeres afganas se liberarían por fin de la burka y podrían llevar una vida normal y en libertad. Pero las cosas no cambiaron, lo que sucedió en realidad fue que se cambió un régimen fundamentalista por otro y las mujeres afganas continúan viviendo sin derechos en un país que, a ojos de la comunidad internacional, cuenta con un gobierno “democrático”.  Compartiremos contigo a continuación algunas cosas al respecto que nos dejaran valiosas enseñanzas:

RESTRICCIONES PARA LAS MUJERES:

Las mujeres no pueden estudiar ni trabajar. No pueden salir solas a la calle ni hacer ruido al caminar. No pueden ser tratadas por doctores masculinos, no pueden asomarse a sus ventanas, no pueden usar tacones altos. Deben usar obligatoriamente la burka, especie de sudario portátil, que las cubre de la cabeza a los pies y que les dificulta la respiración. Reciben azotes en público e insultos si no usan la burka o se les ven los tobillos. Lo mismo si salen sin la compañía de un hombre de su familia. Se les prohíbe usar cosméticos (a muchas a quienes se les ha sorprendido con las uñas pintadas, les han amputado los dedos). Se les prohíbe reír en voz alta (¡como si tuvieran motivo para reír!) Se les prohíbe hablar con cualquier hombre que no sea su acompañante.

Está prohibido a las mujeres asistir a reuniones públicas. Tienen prohibido también practicar deportes. Prohibido subir a un taxi sin la compañía de su mahram (familiar acompañante) Prohibido subirse a una bicicleta. Prohibido lavar ropa en ríos o lugares públicos. Prohibido usar baños públicos. Prohibido asomarse a los balcones de sus casas. También tienen prohibido usar pantalones acampanados, aunque sea debajo de la burka. Prohibido usar colores vistosos en su vestimenta. Prohibido tomarse fotos. Prohibido escuchar música y ver televisión (esto vale para hombres y mujeres) Las mujeres sorprendidas en adulterio son lapidadas vivas, entre otras cosas

APLICACIÓN:

Dijo el apostol Pablo en una ocasión: 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonisenses 5:18

Cuántas veces nos quejamos por tener que ir al trabajo o a la escuela o universidad… o por tener que ir al supermercado… o porque se nos rompió un tacón… o porque se nos descosió la falda… o porque se nos corrió el lápiz labial… o porque “no hay nada que ver” en la televisión, etc. etc… ¡Para las mujeres afganas nada de esto siquiera existe!

Agradece a Dios por vivir en un lugar del mundo en donde hay libertad para la mujer, donde tienes derecho a decidir dónde ir y a qué dedicarte, donde tienes derecho a elegir con quien casarte, cuántos hijos tener y cómo educarlos, donde tienes derecho a ser respetada como mujer…Y sobre todo, donde tienes derecho a profesar una fe elegida por ti misma.