Hola nos unimos a ti con alegría en el corazón. Tatiana nos ha escrito desde Quito Ecuador y nos hace la siguiente consulta: Recientemente perdí a mi querida abuela y la verdad todavía no logro superar su ausencia. ¿Qué puedo hacer?
Si estás pasando por circunstancias SIMILARES pon atención a los siguientes consejos que te ayudaran a sobrellevar el dolor que causa la muerte de un ser querido:
- Aunque siempre esté presente el dolor de un fallecimiento, siempre habrá algo o alguien que nos ayude a pasar por ese triste camino de oscuridad.
- Aunque así lo sientas, nunca estás sola. Recurre a tus amigos, a la familia, a quien tienes cerca de ti… busca el apoyo y el abrazo que necesitas, lo encontrarás.
- No evites hablar de la muerte y lo que sientes, sería peor. Deja que todo pase por tu mente como una película, una y otra vez… verás que con el tiempo no será tan doloroso el recuerdo.
- Pensemos que simplemente había llegado su día, que pese al dolor que te causa, tal vez era lo mejor: Muchas veces en nuestro vano intento de retener a nuestra persona amada, sólo le hacemos mal. Tal vez no era lo mejor para ti, pero sí para quien se fue.
- Miremos la vida como algo prestado, tarde o temprano llegará la muerte, así que hemos de agradecer por cada día que tenemos la oportunidad de volver a ver la luz del día. Igualmente, alegrémonos y agradezcamos cada día que nuestros seres queridos vivieron este regalo que es la vida. Tal vez no fue tanto como hubiésemos deseado, pero tuvieron la dicha de vivir.
- Todos tendremos que superar la muerte de alguien, eso es seguro. Nadie que viva se salva de tener que despedirse de alguien, la vida es así, tiene un final.
- Si crees en Dios, aférrate a la promesa bíblica de Dios no te hará pasar por ninguna prueba o tribulación que no seas capaz de superar. Por muy insoportable que sea tu dolor, puedes superarlo.
- Por mucho que lo odiemos, la muerte es parte de la vida; o como diríamos, el final de toda vida. No es evitable: mientras vivamos, veremos el final de otros, así es la vida. Todo tiene un final, así está escrito, y así será. Asumámoslo, aceptémoslo, aunque quisiéramos que no fuese así, es así.
APLICACIÓN: Dijo el apóstol Pablo en una ocasión: Filipenses 1: 21 21 Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando. 22-23 En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. En caso de seguir con vida, puedo serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual es mil veces mejor. Nuestra vida en la tierra es pasajera, la eternidad siempre será nuestra mejor morada¨