Hola que placer estar junto a ti. Hoy queremos compartir contigo una consulta que nos hace Silvia desde Guatemala y que dice así:
Una amiga mío me ofendió gravemente. Tiempo después reconoció su falta y me pidió perdón. Yo le perdoné, pero no puedo olvidar lo que me hizo. ¿Qué puedo hacer para resolver el problema?
Contestando a la consulta de nuestra amiga Silvia, déjeme decirle primeramente que las ofensas son inevitables entre personas con las que nos relacionamos frecuentemente. Aunque no queramos ofender, a veces lo hacemos, mediante palabras, acciones o gestos.
Sin embargo tenemos a nuestra disposición un excelente recurso para arreglar las ofensas: el perdón. No de labios para afuera sino de corazón. El acto de perdonar, es mucho más que decirlo, implica hacerlo y, por lo general, supone un gran reto y trae muchos beneficios para la salud de nuestro cuerpo.
- El perdón es bueno para el corazón
Literalmente, el perdón le sienta bien a la salud de nuestro corazón. En este sentido, un estudio de una revista de medicina encontró que el perdón se asocia con una menor frecuencia cardíaca y una menor tensión arterial.
2. El perdón es bueno para la salud general, física y mental
Un estudio posterior a asociado al perdón con la reducción del efecto negativo y los síntomas depresivos que produce el rencor, fortalece la espiritualidad y el alivio del estrés, por lo que el impacto del perdón tiene un efecto significativo en la salud en general.
3. El perdón ayuda a relacionarse mejor con los demás
Otro estudio publicado en un boletín de Personalidad y Psicología social, encontró que el perdón ayuda a restaurar los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos positivos hacia la parte ofensora.
Además, los beneficios del perdón pueden extenderse a las conductas positivas hacia otras personas fuera de la relación.
APLICACIÓN:
Jesus dijo en Lucas 6:27 Escuchen bien lo que tengo que decirles: Amen a sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. 28 A quienes los insulten, respóndanles con buenas palabras. Si alguien te ofendió, perdonale! O por qué no tomas el teléfono hoy mismo y llamas a esa persona que necesita tu perdón.