Hola que gusto compartir este espacio junto a ti. Criar niños felices y exitosos es probablemente el trabajo más difícil del mundo. Se tiende a pensar que puedes controlar sus acciones y empujarlos en la dirección correcta cada vez que se tambalean, pero después inicia una resistencia que no entiendes. Por eso, hoy compartiremos contigo 6 cosas que debes hacer con tus hijos para criarlos felices:
- Disfruta lo que haces todos los días Si eres alguien que parece feliz y exitosa desde dentro, ellos también lo serán. Pero si te ves como si estuvieras en la miseria, las cosas no van a resultar muy diferentes para ellos.
- Escucha lo que tus hijos tienen que decir. Cuando tus hijos tengan algo que decirte, escúchalos. Y escucha con atención. Lo eres todo para ellos cuando están creciendo. Así que si no los escuchas, no van a confiar en nadie más para hacerlo.
- Dales consejos, pero nos los agobies. Después de haber pasado por la niñez, la adolescencia y la edad adulta por ti misma, estás calificada para dar a tus hijos valiosos consejos sobre el amor, la vida y la felicidad. Pero contente de regañarlos sobre todas las cosas. Dales consejos en los momentos adecuados, para que puedan aprender a través de sus errores.
- Celebra sus pequeños logros. Que sea un hábito celebrar las pequeñas victorias. Esto mantiene el espíritu alegre y de celebración vivo dentro de la familia, y multiplica la felicidad y el éxito.
- Practica buenos hábitos y luego sugiere que los realice. Los padres a menudo fallan en pedir a sus hijos hacer cosas que ellos nunca harían. Un padre impuntual no puede esperar que sus hijos estén siempre a tiempo. Intenta predicar con el ejemplo, para que tus hijos hagan los mismo.
- Dile a tus hijos, de diferentes maneras, que los amas. Tal vez, el más importante de todos estos puntos, es que se debes hacer que tus hijos sepan que los amas. Naturalmente, un sentimiento de ser amado va a construir su confianza, autoestima y la capacidad de compartir el amor y la felicidad con los demás, que, honestamente, es lo que el mundo necesita.
APLICACIÓN:
Deuteronomio 4:9 “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos”.
Amar a mi hijo no consiste solamente en decirle palabras tiernas, sino en prestarle atención cada vez que lo necesita, sin olvidar que no debo satisfacer todos sus caprichos. Con la ayuda del Señor puedo consagrarle tiempo y tesoros de paciencia.
Demos el ejemplo de padres que son felices obedeciendo al Señor y a su Palabra, así nuestros hijos se animarán a hacer lo mismo.