Te has sentido muy tensionada últimamente? Déjame decirte que el estrés y mantenerte siempre en las mismas posturas puede traerte problemas de todo tipo. Pero, ¿puedes realmente liberarte de esta tensión fácilmente? Hoy compartiremos contigo algunos consejos para ayudarte en el intento
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Tensión en el cuello
La tensión del cuello se debe, en la mayoría de los casos, a una mala postura sentada. Considera que si tu silla no es adecuada, deberías cambiarla para mejorar tu salud.Ahora bien, para mejorar el daño ya hecho, lo más recomendable es que coloques tu mano en la cabeza y muevas suavemente el cuello hacia uno y otro. Esto te ayudará a relajar tus músculos.
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La tensión en la espalda
La espalda es otra de las zonas más conflictivas del cuerpo si acumulamos tensiones. La mejor manera de reducirlas en caso de que sean leves es colocarte de espaldas a la pared junto con una pelota de tenis. Debes moverte para que esta logre masajear toda la zona. Pero, si el dolor persiste, deberías acudir a un fisioterapeuta.
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Los dolores en las extremidades
Las extremidades son una de las zonas que más sufren por la falta de movimiento en aquellos trabajos en los que se permanece demasiado tiempo sentado. Es por eso que si tienes tensión en ellas debes procurar moverlas más a menudo. Con los pies, puedes colocarlos sobre la rodilla y, con la mano, moverla en círculos para promover la circulación. Masajearte las manos con una crema hidratante también es una alternativa para aliviar esta zona. ¡Y estarás nutriendo tu piel al mismo tiempo!
Finalmente, las tensiones musculares se producen normalmente debido a la falta de movimiento, demasiado estrés y sobrecarga. Por tanto, los consejos para prevenir los dolores musculares (mialgias) derivados de tensiones musculares son los siguientes:
- Realizar ejercicio regularmente. Sobre todo, correr, caminar o nadar, porque son actividades que relajan la musculatura.
- Llevar una alimentación equilibrada.
- Evitar el sobrepeso.
APLICACIÓN:
Dijo el apóstol Pablo en una oportunidad: Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.
La única manera de impedir que el temor se apodere de tus ganas de avanzar, es la cercanía a Dios, una relación de confianza y comunicación con Él genera un sentimiento de seguridad, la convicción de que no hay nada que temer porque es Él quien va caminando a tu lado. La fe es la mejor manera de liberar las tensiones de nuestro cuerpo.