El modelo que deben seguir los pastores en su trato con sus ovejas aparece tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Ponga atención a la manera como pastorea el Señor a su pueblo.

Isaías 40:11 dice: “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” Este modelo de pastoreo dista mucho del modelo de pastoreo con garrote en mano.

Pero no nos confundamos, esto no significa que el pastor debe ser indolente a las fallas o a los errores que cometen las ovejas. No olvidemos que cuando a pesar de todas las advertencias, el pueblo de Israel persistió en su pecado, Jehová los castigó con severidad. En el Señor se ve un perfecto equilibrio entre amor y corrección, entre consuelo y confrontación. Así debe relacionarse el pastor con sus ovejas. El Nuevo Testamento plantea el mismo modelo del Antiguo Testamento para los pastores.

Cuando el apóstol Pablo se reunió en Troas con los ancianos de la iglesia de Éfeso, les recordó cómo había sido su conducta en Efeso. Hechos 20:31 dice: “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno”

Pablo no amonestaba a gritos, o a insultos, o a amenazas. Dice el texto que amonestaba con lágrimas. Esto habla de firmeza y ternura. Escribiendo a los Tesalonicenses les habla de cuan tierno fue con ellos. 1 Tesalonicenses 2:7-8 dice “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.

Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.” En este texto tenemos el amor de cuerpo entero. Pero Pablo no era sólo amor, cuando fue necesario fue muy firme. Note lo que dice 1 Tesalonicenses 2:11 “así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros”

En este texto tenemos a la firmeza de cuerpo entero. El equilibrio es perfecto. Amor y firmeza. Así es como se debe relacionar el pastor con los que están bajo su cuidado. Otro apóstol, Pedro, resume todo esto en su enseñanza para los pastores. 1 Pedro 5:1-2 dice: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.”

La forma de pastorear es cuidando de las ovejas, no por fuerza, esto significa no por obligación sino voluntariamente. No para vivir de las ovejas, sino para vivir por las ovejas, no con mala gana, sino con ánimo pronto, y note cuidadosamente: No como teniendo señorío sobre las ovejas. Esto significa no ejerciendo dominio sobre ellas, no maltratando, no irrespetando, no obligando, no amenazando.  Este es el modelo de conducta para los pastores en el trato con sus ovejas. Es comprensible que las ovejas necesiten ser exhortadas y corregidas, pero se lo debe hacer con amor, con tino, sin lastimar, sin manipular, sin amenazar.