La Biblia enseña que los presentes cielos y tierra, términos que designan el universo entero, dejarán de existir en el futuro.

Note lo que dice 2 Pedro 3:10-12. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos. y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas. ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios. en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán”.

Pero, además, la Biblia enseña que después de la destrucción de los presentes cielos y tierra, Dios va a crear cielos nuevos y tierra nueva.

Esto es lo que dice 2 Pedro 3:13 “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” Conforme a esta palabra, el Apóstol Juan tuvo el privilegio de contemplar en visión el cumplimiento de esta promesa y la describió para nosotros en el pasaje bíblico de Apocalipsis 21:1 donde dice: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.”

Al abrirse el capítulo 21 de Apocalipsis, los pecadores de todas las edades, tanto demonios como humanos, incluyendo a Satanás, el Anticristo y el Falso Profeta estarán confinados para siempre en el lago de fuego. Todo el universo habrá sido destruido y Dios creará un nuevo universo, el cual será la eterna morada de los redimidos.

Este nuevo universo es lo que Juan está contemplando en visión. Algo especialmente notable en la nueva tierra que Dios va a crear es la ausencia del mar. A esto se refiere la frase: Y el mar ya no existía más.

Esto no significa que la nueva tierra no tendrá agua, porque al describir las características de esa nueva creación, en el capítulo 22 de Apocalipsis, se ve que habrá un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal. Lo que significa es que la nueva tierra tendrá un sistema hídrico muy diferente del que conocemos.

Las masas de agua en la tierra actual cubren las tres cuartas partes de la superficie de la tierra, pero la nueva tierra será muy diferente. La ausencia del mar, tal cual como lo conocemos hoy en la presente tierra, hará que el clima en la nueva tierra sea totalmente diferente al actual. Será algo maravilloso porque Dios mismo será su diseñador.