Comencemos por dar lectura al texto citado en la consulta. Pero siendo que el contexto es tan importante, porque texto fuera de contexto es buen pretexto, vamos a leer Zacarías 13:2-6. La palabra de Dios dice lo siguiente: “Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia.

Acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare.

Sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir.

Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.”

Todo este pasaje bíblico se refiere en forma profética a la segunda venida de Cristo. Tiempo en el cual se producirá una limpieza a Israel de toda su maldad, específicamente de la idolatría y de la falsa profecía.

Cristo en su gloria y con todo su poder eliminará a los ídolos, al punto que ni siquiera se tendrá memora de sus nombres y también eliminará a los falsos profetas, quienes energizados por poderes demoníacos estarám envueltos en falsas profecías.

Acerca de los falsos profetas, dice el texto que aún serán delatados por sus propios padres para ser entregados a la pena de muerte. Los falsos profetas dejarán de vestirse a la usanza de los profetas de aquel tiempo futuro, con el manto velloso, para ocultar su identidad. Inclusive tendrán que recurrir a la mentira para ponerse a buen recaudo y evitar ser asesinados.

Afirmarán que son simples labradores de la tierra desde su juventud. Cuando alguien les interrogue sobre las heridas que tienen en sus manos, porque los falsos profetas solían causarse heridas a ellos mismos en sus ceremonias paganas, los falsos profetas dirán como restando importancia: Ah… eso, pues son heridas recibidas en casa de mis amigos. Estarán mintiendo obviamente.

De manera que esta cita no se refiere en absoluto a Jesucristo sino a los falsos profetas que van a ser erradicados cuando Jesucristo venga por segunda vez.

Sin embargo, es necesario reconocer también que algunos respetados maestros bíblicos entienden que este pasaje bíblico se refiere a las heridas sufridas por el Señor Jesús cuando fue crucificado. Respeto esa interpretación, pero sin llegar a ser dogmático, me parece que la interpretación propuesta cabe mejor en el contexto del pasaje bíblico leído.