Dejemos que la palabra de Dios responda esta inquietud, para eso, es necesario considerar lo que dice Ezequiel 28:11-19, en el cual se describe el origen y estado actual de Satanás. En este pasaje bíblico se habla de las endechas sobre el rey de Tiro, y es obvio que la descripción no corresponde a un ser humano, aunque sea rey.

Habla de alguien que era el sello de la perfección, alguien que era acabado de hermosura, alguien que estaba lleno de sabiduría, alguien que estaba en Edén, el huerto de Dios, alguien que fue puesto en el monte de Dios.

Definitivamente esto no se ajusta a lo que es un ser humano, aunque sea rey. Pero en realidad de quien está hablando es de Satanás en su estado anterior a su caída y en su estado posterior a su caída. Por dos ocasiones, en el pasaje bíblico se afirma que Satanás era un querubín protector. Los querubines son seres angelicales de elevado rango, cuya función especial es guardar la santidad del trono de Dios.

Cuando el hombre fue arrojado del huerto de Edén, Dios puso querubines para guardar la entrada al huerto. Génesis 3:24 dice: “Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”

También es interesante notar que Dios ordenó labrar en oro figuras de querubines en el propiciatorio, esa especie de tapa que cubría el arca del testimonio ubicada en el lugar santísimo del tabernáculo. Éxodo 25:18-20 dice: “Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno en frente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines”

Esta era una representación de lo que es la realidad en el trono de Dios.

El trono de Dios está resguardado por querubines. Queda claro entonces que antes de su caída, Satanás era un querubín, grande, protector, es decir un ángel de alto rango, creado por Dios para estar guardando la santidad del trono de Dios. Lamentablemente, Satanás, este querubín grande protector, se enalteció en su corazón y se rebeló contra Dios y muchos otros ángeles se unieron a Satanás en su rebelión. A causa de esto, Satanás cayó de su elevada posición y llegó a ser lo que es hoy. Sus demonios son ángeles de menor rango que él, quienes cumplen con la voluntad de Satanás. Isaías 14: 12-15, nos da detalles del pecado de este querubín grande protector y el resultado de ese pecado.

Dice así: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentará, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” Note la extrema arrogancia u orgullo que originó la caída de Satanás.

Efectivamente, Satanás es un ángel caído.