Job 42:8  Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.

Creo que hemos aprendido muy poco acerca de cómo pedir perdón y cómo perdonar. Si bien al pecar contra alguien, ofenderle o defraudarlo estamos al mismo tiempo pecando contra Dios por romper sus leyes; del mismo modo al pedir perdón no sólo debemos hacerlo con aquellos que hemos ofendido sino también con Dios mismo. Pero no sirve que sólo pidamos perdón a Dios y no vayamos a los afectados por nuestras malas obras. ¿Cuál fue la falta contra Dios? al haber juzgado mal a Job, también hablaron en nombre de Dios de un modo equivocado.

Ahora ellos debían venir a ofrecer una ofrenda por el pecado ante Job, esperando que Job les perdonara y Dios quite su enojo sobre ellos.  Para que pidas perdón de forma verdadera no sólo debe haber el sentimiento de arrepentimiento o quebranto, porque a veces nos fijamos en lo emocional de que si hay llantos o lágrimas, lo cual puede ser superficial; sino una aceptación de la culpa y responsabilidad de la falta. Ir al ofendido y ofrecer las disculpas correspondientes esperando que nos otorgue perdón y Dios también. Tómate un café con Dios y evalúa tu forma de perdonar y pedir perdón.

¿Pides perdón a quienes ofendiste?
¿Admites que también ofendes a Dios cuando pecas contra otros?
¿Asumes el precio que hay que pagar por tus faltas?