La palabra salvación representa la obra total de Dios por medio de la cual rescata al hombre de la ruina eterna y la sentencia por el pecado y le confiere las riquezas de su gracia, incluyendo la vida eterna ahora y la gloria eterna en los cielos. ¿Cómo podemos obtener la salvación? La Biblia habla de varios pasos. En primer lugar, es necesario reconocer que todo ser humano es pecador. Para hacerlo personal, tengo que reconocer que yo soy pecador.

Note lo que dice Romanos 3:22-23 Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios,

La salvación es para los que nos reconocemos pecadores, no para los que se dan de justos. En segundo lugar, es necesario reconocer que estamos en peligro de recibir castigo eterno a causa de nuestro pecado. Romanos 6:23 dice: Porque la paga del pecado es muerte,  mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

La paga o el castigo o el resultado del pecado es muerte. Esto no sólo significa muerte física, sino una eterna separación de Dios en un lugar de tormento en fuego llamado infierno. Hablando a personas que jamás arreglaron su problema de pecado con Dios, el Señor Jesús dijo que algún día van a escuchar el fatídico veredicto que aparece en Mateo 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda:  Apartaos de mí,  malditos,  al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

El infierno o el fuego eterno no fue preparado para el hombre sino para el diablo y sus ángeles. Pero cuando una persona sale de este mundo sin haber recibido perdón de pecados, pasará en ese lugar por la eternidad. Hasta aquí todas son malas noticias. Pero luego vienen las buenas noticias. En tercer lugar, Dios ama al pecador y ha hecho todo lo necesario para que el pecador pueda ser perdonado de su pecado. Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

El amor de Dios por el pecador es de tal calidad que no escatimó a su propio Hijo unigénito, sino que lo entregó para que reciba el castigo por el pecado, de modo que todo pecador que cree en su Hijo no reciba el castigo que merece por ser pecador, sino que reciba vida eterna. En cuarto lugar, para obtener el beneficio de la obra del Señor Jesucristo al morir en lugar del pecador, el pecador necesita recibir por la fe al Señor Jesucristo como Salvador. El Señor Jesucristo murió por todo el mundo, pero no todo el mundo es salvo, porque no todo el mundo recibe por la fe al Señor Jesucristo como Salvador.

Note lo que dice Juan 1:12-13  Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;J los cuales no son engendrados de sangre,  ni de voluntad de carne,  ni de voluntad de varón,  sino de Dios.

Cuando el pecador reconoce su estado espiritual delante de Dios, cuando toma conciencia del peligro en que está si sale de este mundo sin el perdón de su pecado, cuando reconoce que Dios le ama y que el Hijo de Dios recibió el castigo que el pecador merece, el pecador debe dar un paso de fe recibiendo al Señor Jesucristo como su único y personal Salvador. Si da este paso de fe, este pecador llega a ser salvo.