“Sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.” Filipenses 2:15

Cuando se le pidió al pastor Joe Wright que hiciera la oración de apertura en el senado de Kansas, todo el mundo esperaba una oración ordinaria.

Esto no es lo que ellos escucharon: Señor, venimos delante de ti este día, para pedirte perdón y para pedir tu dirección. Sabemos que tu Palabra dice: “Maldición a aquellos que llaman bien a lo que está mal”. Y eso es exactamente lo que hemos hecho. Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores. Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso: “suerte”.

Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado: “ayuda social”. Hemos matado a nuestros hijos que aún no han nacido y lo hemos llamado: “la libre elección”. Hemos abatido a nuestros condenados y lo hemos llamado: “justicia”. Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado: “desarrollar su autoestima”.

Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso: “política”.

Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado: “tener ambición”. Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado: “libertad de expresión”. Hemos ridiculizado los valores heredados de nuestros antepasados y los hemos llamado: “obsoletos y pasados”. ¡Oh Señor!, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Amén.”

Creo que en estas sabias palabras se presenta una verdadera “radiografía” de este sistema mundo en medio del cual tú y yo vivimos. Esta radiografía revela el tumor cancerígeno que está carcomiendo la médula de nuestra sociedad. Sociedad donde el relativismo moral ha llegado a ser una absoluta inmoralidad.

Sociedad que manifiesta una marcada tendencia al caos y la debacle misma de nuestra raza, Raza a la cual llamamos evolucionada, cuando en verdad Dios la presenta como depravada. Y ojo que no dije degradada sino depravada. Enferma desde sus orígenes, desde el primer hombre, porque el pecado entró al mundo por un hombre y por ese pecado la muerte ‒como cita la Biblia‒. Pero la “buena noticia” del cielo se llama Jesús.

El nuevo Hombre que hace nuevas todas las cosas y en quien solamente hay esperanzas de vida mejor y de un futuro mundo mejor. A Él acude.

Pensamiento del día:

No es para nada sano vivir adaptado a una sociedad enferma.