¿Te imaginas cómo cambiaría tu vida si te haces estas preguntas cada mañana al levantarte? ¿Cómo enfrentarías tu día? La verdad es que si lo piensas bien, el gran problema del hombre es que no siempre sabe a quién recurrir por ayuda y fortaleza y lo hace en lugares y personas equivocadas. Quizás porque pensamos que la oferta de tener todo en el menor tiempo y al bajo costo te evita esperar el tiempo de Dios y esto no es porque Él sea lento, sino porque hace las cosas perfectas y con el más alto estándar de calidad, tiene su costo pero pule tu vida y te da lo mejor.

Si supieras, o mejor dicho si tuvieras en cuenta cuál es tu fin, qué vas a obtener de todo esto estoy seguro que vas a esperar e invertir en las cosas que Dios te ofrece. Algo que da razón a tu vida son los motivos correctos, tener una visión correcta y una fe clara; cuando tus ideas son inciertas también es tu confianza en el futuro y por lo tanto también en lo que Dios hará y te tomas el camino corto de bajo presupuesto pero de mala calidad. Invierte en un café y traza un camino nuevo junto a Dios y te va a ir mejor.

¿Prefieres las cosas simples o las mejores?
¿Te cuesta esperar en lo que Dios tiene preparado?
¿Pesas los costos esperando el fin que Dios tiene para ti?