“Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre” Salmo 23:3

Continuamos lo que hemos comenzado a desarrollar referido al Salmo del Pastor.

Este rey David que podía decir con toda confianza que Dios era Su pastor, personal e íntimo, ahora agrega un aspecto más para describir esta profunda relación. Dice: “Me guía por sendas de justicia
por amor a su nombre” Su Pastor es también Su guía.

La dirección hacia sendas justas estaba asegurada porque Jesús veía el camino y las sendas que eran convenientes para su andar.

Cuando viajamos por avión, vamos a miles de kilómetros de altura y no vemos nada porque todo está cubierto por un amplio manto de nubes.

Y aunque pudiésemos divisar con claridad el cielo, tampoco estaríamos muy seguros de la ruta ya que no hay semáforos ni avenidas allá arriba. Pero eso no nos preocupa demasiado, porque tenemos seguridad que, si hay un piloto o un comandante de vuelo, aterrizaremos en el destino esperado. Similar a esta ilustración es lo que sucede cuando ponemos al mando del vuelo de nuestra vida a Jesús.

Él tiene en claro los caminos del bien y de la justicia y quiere guiarnos por allí. Si pudiésemos abrir otros significados de este texto de la Biblia lo ampliaríamos diciendo que Dios guía, conduce, nos pone en un camino, una senda o una vereda justa, recta, correcta a causa de Su Nombre.

Porque es propio de Él, llevarnos hacia el bien. Sin embargo, muchas personas viven sus vidas creyendo que van por buen camino y al fin solo llegan a zonas de muerte, de rupturas, de pecados y de tristeza.

Es por tal motivo que Jesús pone a nuestra disposición Su guía hacia lo bueno para esta tierra y aún más, una meta eterna en el cielo junto a Él. ¿Te has perdido en tu camino? ¿Sientes que has errado la ruta? ¡Hay esperanza para el perdido! Su dirección puede restituir y devolverte el sentido y el rumbo.

Pensamiento del día:

Déjate guiar y conducir espiritualmente por Su Nombre, porque Él hace honor a Su nombre dándote sendas seguras para tu vida.
¿Sigues “Tu” ruta o sigues “Su” ruta?… Tú decides donde quieres llegar.