Se llama Dobri Dimitrov. Nació en 1914 en un pobre pueblo búlgaro. Durante la Segunda Guerra Mundial, por la causa de un bombardeo, perdió el sentido del oído. Rechazó por completo bienes materiales y dedica su tiempo para ayudar al prójimo. Vendió todos sus inmuebles y se mudó a una habitación tétrica al lado de la iglesia ortodoxa griega de Baylovo. Viste su ropa vieja, zapatos desusados y todos los días aparece junto a la Catedral “San Alejandro Nevski de Sofía”. Recauda dinero con fines caritativos. Dice que siempre hay alguien cuya situación es más difícil que la suya, y por eso destina todos los donativos a nobles metas. Nunca pide que le den dinero para él. Cree que puede vivir por unos 80 euros al mes. Dicen que es el hombre contemporáneo más modesto. Bueno, quizá sea difícil medirlo; pero nadie discutiría su solidaridad y reserva.

Uno de los principios más difíciles de entender es que el dar al prójimo no es solamente para los que tienen mucho. Aun teniendo muy poco podemos ser generosos y estar atentos a las necesidades de los demás. Los Evangelios cuentan que una vez, muchos seguidores de Jesús, habían pasado horas escuchando sus sermones. El día había caído y la multitud tenía hambre. No había mucho para armar una gran olla popular. Pero un niño, fue sensible a la necesidad y donó sus cinco panes y sus dos peces que seguramente había llevado para sí mismo. Jesús, multiplicó de tal manera esa porción, que milagrosamente comieron más de cinco mil personas hasta saciarse, sobrando también otras doce cestas de alimento. Así es la economía de Dios. Lo poco puede ser mucho y más aún. Quizá sea bueno hacer una pausa y preguntarnos ¿Qué tenemos hoy en nuestras manos? ¿Hay alguien que lo necesita? No dudemos en darlo. La entrega es un acto de desapego importante que Dios no olvida y que genera un movimiento de provisión para muchos, en un mundo donde cada vez hay más pobreza y egoísmo.

Todo lo que sale de uno acaba regresando, por eso es mejor ocuparse de lo que vamos a dar y no tanto de lo que podemos recibir.