Si lees todo el contexto te das cuenta que Dios estaba en una actitud que nosotros la calificaríamos como despecho, diciendo: “ok, ¿quieren eso? Ahí lo tienen. Pero lo increíble es cómo Dios actúa con amor, pues aunque le hemos traicionado sigue amándonos y se aflige por nuestros dolores y por más ingratos que hemos sido nos oye y rescata.

El pueblo había traicionado a Dios, ellos clamaron y Dios les dijo que ya no haría nada por ellos, pero al ver el arrepentimiento y la aflicción de su corazón se compadeció de ellos y los rescató. Dios nos ama de un modo que nosotros no podemos entenderlo muchas veces y no vemos el dolor que causamos con nuestros pecados y cómo se duele por nuestros sufrimientos. El Señor quiere que vivas cerca de él, sin tener que pasar por el desierto de las consecuencias del pecado, no quiere verte afligido, pero si eso llega a pasar Él quiere salvarte. Pídele mientras tomas un café con Dios que te muestre tus pecados para que puedas apartarte de ellos.

¿Estás afligido? ¿Clamas a Dios?