El girasol es una flor común en Latinoamérica. Se utiliza para la elaboración de aceites.

Provee también vitamina E, alimentos y medicinas antinflamatorias y respiratorias. Se la llama así porque su flor amarilla intenso, gira según la posición del sol.

Otro nombre común que se le da a esta belleza de la naturaleza es mirasol que resulta el más preciso, ya que indica que es un foto tropismo positivo, o sea que gira hacia la luz.

Esta orientación variable se manifiesta cuando la planta todavía es joven; cuando madura, ya no gira y se queda en una posición fija hacia el oriente. Las hormonas vegetales son las que le dan esa cualidad al girasol joven permitiendo un mayor crecimiento de los tejidos, lo que facilita el giro de la planta.

Mas allá de lo provechoso de sus recursos, resulta espectacular ver un campo de girasoles a plena luz del sol. Simétricamente todos girando sus pétalos amarillos en la dirección a la luz.

Tal belleza ha sido fuente inspiradora de grandes pintores como Van Gogh y otros.

Las bendiciones de Dios iluminan nuestra experiencia en todos los órdenes: familia, carácter, ocupaciones y todos los sentidos por donde nos movemos pueden ser atravesados por esos “Rayos de luz” espiritual. Su bendición carga nuestra vida con propiedades que vienen directamente de Su Presencia. Este texto del Antiguo Testamento refiere a una escena de la vida de Moisés y de Aarón en la que Dios les indica bendecir al pueblo de Israel con este verso lleno de buenos deseos, de paz y de misericordia.

Pero la bendición de Dios no es solamente un buen deseo de prosperidad y salud, sino que es una intervención directa de Dios sobre la vida de aquellas personas que “Buscan su rostro”.

Es la presencia activa de Dios funcionando en la vida de los que “Giran su voluntad” orientándola hacia Su Verdad y Su Favor. Sus bendiciones son como ese movimiento del girasol: Nosotros hacia Dios y Dios en nosotros bendiciéndonos con un relación personal y eterna.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Si buscamos su rostro, encontraremos bendición siempre.
Busca a Dios en todas tus decisiones y encontrarás de Dios todas las bendiciones