En muchas zonas del mundo los animales son utilizados para llevar cargas pesadas. Si bien la maquinaria ha reemplazado al trabajo artesanal y los medios de transporte y carga ya no son primitivos, todavía mulas, caballos, camellos y otros tantos siguen haciendo trabajo pesado.

A veces, obligados a transportar sobre sus lomos pesados fardos o a tirar de carros con cargamentos de cientos de kilos, estos animales soportan penosas existencias.

Así son usados hasta que sus maltratados cuerpos, ya no son capaces de servir a sus explotadores. Triste realidad que ni aun los organismos defensores de la especie animal han podido detener.

Los seres humanos también llevamos cargas. Podrás estar preguntándote en este mismo momento a qué me refiero y ofendiéndote si crees que te comparo con un animal ¡Lejos está de mi hacerlo! Sin embargo, solo conocer algunas historias personales y observar los rostros caídos de personas a nuestro lado nos asegura que también sucede. Cargas de preocupaciones.

Cargas de asuntos no resueltos. Cargas de culpas no remediadas. Cargas de enfermedad, de incertidumbres, de pasados y presentes insostenibles. Cargas, cargas y más cargas…

Cuando Jesús estaba a punto de ser crucificado, tuvo que llevar su propia cruz. La tradición romana, aparte de castigar brutalmente al condenado, también exigía cargar los postes de madera hasta el lugar de la crucifixión. Jesús lo hizo hasta que un soldado de la guardia, obligó a uno de la multitud para que lo reemplazara.

Simón de Cirene, o ¨Simón el negro¨, así le llamaban por ser procedente posiblemente de la región de Nigeria. Sin opción, este hombre llevó la carga.

La diferencia entre éste y Jesús fue que para uno era obligación y para el otro era la opción divina y humana perfecta por Amor a toda la humanidad.

Todas nuestras cargas, aun las más pesadas de soportar en la vida, encuentran alivio en la cruz de Cristo. Él llevó la carga y se identificó con el sufrimiento. Podría haberlo evitado porque era Dios, pero no lo hizo para que por su carga nosotros encontremos alivio, fe y esperanza.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Lo que no dejas ir lo cargas, lo que cargas te pesa y lo que pesa te hunde…